Si algo ha definido al Balonmano Zamora durante los últimos años es su línea de trabajo y por ello, pese al ascenso a la Liga Asobal, el club seguirá apostando por un plan continuista para la estructura de su primer equipo. Como hiciera la última vez que dio el salto a la élite, el club ofrecerá la renovación a toda la plantilla que salió vencedora de Palma del Río.

"Ofreceremos a todos la renovación porque creo que quien se ha ganado el ascenso en la pista tiene que tener la oportunidad de defender a Zamora en la Liga Asobal. Hay máxima confianza en la base del grupo aunque sabemos que será una temporada mucho más difícil que la de hace tres años pues el nivel ha subido mucho", señalaba ayer Eduardo García Valiente.

La decisión del técnico cuenta con el apoyo de una junta directiva que es consciente de la necesidad de incorporar más jugadores al plantel. "La intención es contar con un primera línea y un extremo más, además de la necesidad de fichar a un nuevo portero", comenta el vicepresidente Arcel Andrés sobre el futuro de un equipo cuyas altas dependerán principalmente "de las diferentes salidas que se produzcan y del presupuesto que se fije". Y es que, aunque la intención es contar con todos los hombres del ascenso, alguno puede no continuar en el club. Podrían recibir ofertas irrechazables pese a tener contrato en vigor (como es el caso de Mouriño o Fafa) o no aceptar por motivos laborales o personales que les impidan cumplir con la dedicación necesaria para la Liga Asobal (como podría ocurrir con Carletes -ya retirado- o Peli).

Lo que tiene claro García Valiente es que "las renovaciones son el paso uno, después llegarán los fichajes" pese a que "muchos equipos cuentan ya con sus plantillas cerradas" y eso dificultará encontrar los jugadores adecuados. Motivo por el que el técnico ha estado sondeando el mercado, aunque sin dar pasos hacia delante ya que no conoce las necesidades para equilibrar la próxima plantilla ni el presupuesto que se manejará.

Dentro de ese mercado, hoy por hoy, varios son los nombres que se vinculan al Balonmano Zamora, incluyendo el de varios exjugadores pistacho a los que "no se les cierra la puerta" pero que será difícil que regresen pues tienen buenas ofertas sobre la mesa.

En ese sentido, hombres como Alberto Molina, perfectamente recuperado de su lesión en la rodilla, habían sonado como posibles refuerzos. Incluso, el propio central leonés se ha desvinculado ya del Gijón Jovellanos y no vería con malos ojos su hipotético regreso a "un grupo entrañable", como define al MMT Seguros, pero por lo pronto las ofertas que maneja proceden de Honor Plata.

Igualmente, se había planteado la posibilidad de la vuelta de Diego Reyes, aunque esta hipótesis también parece lejana, y el fichaje del zamorano Saúl Campo, que no continuará en el Teucro y que desde Galicia suena -una temporada más- como refuerzo del MMT Seguros.