Lleva muchos años entrenando y aspirando a ser la referencia española en el piragüismo de velocidad, un lugar que Carlos Garrote parece cada día más cerca de ocupar. Así lo indican sus últimos resultados en esta campaña que ha arrancado con varios metales para el zamorano y, lo que es más importante, dando la sensación de poder competir con cualquiera al máximo nivel.

-Gran inicio de temporada el suyo, que cierra con nada menos que un bronce de prestigio.

-La verdad es que hemos comenzado bien la temporada. Tras aquella llegada agónica del selectivo teníamos que ir a estas dos Copas y lograr acabar entre los doce mejores para ir al Campeonato de Europa. Ahora parece sencillo pero, en su momento, no sabíamos el nivel en el que estábamos en el plano internacional. Un aspecto que me sorprendió en la primera cita, con un primer podio que pudimos repetir después, volviendo a hacer podio y lograr otro bronce que a mi me supo a oro porque solo me ví superado por el campeón y el subcampeón olímpico.

-¿Qué ha cambiado para que ahora pueda luchar mano a mano con los mejores?

-Creo que lo que me faltaba era verme ahí delante, que me convenciera de mis posibilidades. Ahora estoy en ese punto en el que me veo capaz de todo. Antes salía con más complejos, veía a todos muy lejos de mí pero cada año estoy mejor y el 200 se me da mejor.

-Han sido muchos años de trabajo apostando por la velocidad. ¿Ha resultado duro no verse siempre arriba?

-Claro, pero resulta normal teniendo a Saúl Craviotto por delante. Es muy complicado afrontar salidas internacionales cuando compites con un palista con cuatro metales olímpicos, es una barrera importante. Ha sido duro quedar en los últimos cuatro años siempre detrás de él pero creo que puedo luchar y conseguir un hueco en el futuro para los Juegos Olímpicos de Tokyo.

-La calidad de Craviotto es indiscutible pero, cada día se reduce más la diferencia entre ambos, ¿no cree?

-Sí, eso sí es verdad. Cada día me siento más cerca pero no hay que olvidar que Saúl viene de lograr dos metales olímpicos en Río de Janeiro y que, al año siguiente de unos Juegos, siempre te relajas un poco. No dudo que volverá para luchar por un puesto en el selectivo previo al Campeonato del Mundo de agosto.

-Pero antes de esa cita está el Campeonato de Europa al que se ha ganado acudir.

-Sí, cumplo con todos los requisitos para acudir a Bulgaria el mes que viene y ese es mi siguiente objetivo, hacer allí un buen papel, luchar por repetir podio y seguir peleando por mi sitio en el K-2 200 metros.

-También ha demostrado ser un activo importante para España en el K-4. ¿Se ve remando en ambas disciplinas en un futuro?

-Es cierto, en el K-4 también he tenido una buena experiencia. Sin embargo, es difícil remar ambas disciplinas porque son muy poco compatibles en las grandes citas. Su horario impide que puedas estar al cien por cien en ambas modalidades porque las series están muy juntas y las dos finales se disputan el domingo con apenas una hora para poder recuperarte. Es cierto que esta vez salió muy bien y que competir en esa embarcación me abre las puertas a dos distancias olímpicas. Son dos caminos hacia mi objetivo, que es tener un hueco en citas internaciones que lleven a unos Juegos Olímpicos.

-¿Podría verse en el K-4 u otra embarcación con algún otro zamorano en el futuro?

-Es posible pero muy complicado. Es algo que depende de muchos factores y, ahora mismo, mi atención está puesta principalmente en el K1-200 metros porque creo que es mi prueba y es una distancia olímpica.

-Una modalidad, K1-200 metros, en los que hemos visto a los hermanos Abad. ¿Qué opinión tiene de ellos?

-Muy buena, la verdad. Tengo que reconocer que me han sorprendido porque han empezado hace muy poco a entrenar los 200 metros y ya están logrando buenos resultados. No hace mucho estuve entrenando con Daniel y le vi muy bien; tiene buenas condiciones físicas y es serio y responsable. Está a buen nivel y creo que, en un futuro, remará citas internacionales como lo estoy haciendo yo ahora.