El Grupo de Intervención en Montaña de la Guardia Civil (Greim) confirmó ayer que la muerte de los tres montañeros zamoranos se produjo por un fatal accidente al producirse la fractura de la roca en la que habían fijado sus cuerdas en el último tramo de escalada. Además, los mandos policiales anunciaron tras finalizar la brillante operación de rescate realizada por la Guardia Civil que el fallecimiento se produjo el mismo sábado.

Los rescatadores barajan la hipótesis de que el accidente en Picos de Europa en el que murieron Fernando Casquero, Daniel Camarzana y Rubén GonzálezFernando CasqueroDaniel Camarzana y Rubén González, se produjo el sábado, cuando estaban a punto de hacer cima, por el desprendimiento de un bloque de roca en el que habían montado un punto de reunión.

Lo explicó en la mañana de ayer el teniente Pablo Villabrille, quien matizó que, aunque la causa del accidente se determinará en un cien por cien cuando concluya la investigación, "todo apunta" a que en el último largo de escalada, los montañeros se agarraron para asegurarse a un bloque inestable que, "seguramente", se desprendió, por lo que cayeron los tres juntos unos 195 metros.

El Greim cree que el accidente se produjo el mismo sábado por la tarde, cuando los montañeros estaban a punto de llegar a la cima. Para Pablo Villabrille está claro que se trata de "un accidente fortuito". "Se ve que controlaban lo que estaban haciendo", destacó.

"No se puede asegurar al cien por cien pero es lo que parece que ocurrió", señaló el responsable del operativo de rescate. El GREIM volverá al lugar del accidente para analizar en detalle todo el escenario y completar la investigación, que "llevará tiempo".

El teniente de la Guardia Civil ha dirigido el operativo de búsqueda y posterior rescate de los cuerpos de Fernando Casquero, de 46 años, Daniel Camarzana (19 años) y Rubén González (21 años), localizados el martes por la tarde a unos 2.000 metros, en el Espolón del Jisu, en el macizo oriental de los Picos de Europa.

Como ya informó este periódico el operativo se puso en marcha el lunes por la tarde tras comunicar los familiares que no habían recibido noticias de los montañeros desde el sábado, y culminó a las 9.00 horas de ayer, cuando un helicóptero de la Guardia Civil consiguió volar y sacar los cuerpos de las montañas aprovechando una ventana de buen tiempo en una operación ciertamente arriesgada.

El Greim había descartado una evacuación por tierra porque habría sido "súper penosa" y técnicamente "muy complicada" debido a que la meteorología "era un infierno", en una montaña "invernal", con nieve recién caída y "muy inestable", explicó el mando policial.

Al mal tiempo se sumaba en esta ocasión la orografía, "muy complicada", sobre una zona de roca "muy suelta y descompuesta" que, incluso, obligó a los agentes del Greim de Cantabria y Asturias a adoptar muchas medidas de seguridad para evitar sufrir un "percance" mientras intentaban el rescate.

"Habría sido físicamente muy extenuante", resumió el teniente Villabrille.

El rescate movilizó durante tres días a 35 personas, entre personal del helicóptero y agentes del Greim, que ayer a las seis de la mañana partieron hacia la zona donde se produjo el accidente para esperar a que se abriera un claro.

Finalmente, el helicóptero pudo volar y sobre las 9.00 horas sacó de la montaña los cuerpos uno a uno, para después trasladarlos por carretera hasta Santander, debido a que el mal tiempo impedía hacerlo por aire.

Cerca del lugar del rescate se encontraban ayer varios familiares de los montañeros junto a miembros de la Agrupación Montañera Zamorana que llegaron a alcanzar la base de la montaña el miércoles con el objetivo de colaborar en lo posible con las fuerzas de seguridad aunque no fue necesario que echaran una mano en este caso.

Los cuerpos fueron trasladados al Hospital Valdecilla en Santander, a donde se trasladaron todos los familiares y amigos llegados desde Zamora.

Durante todo el día, las visitas de autoridades y representantes de instituciones, encabezados por el presidente del Gobierno Autónomo, Miguel Angel Revilla, quien mantuvo una entrañable charla con las familias.