El inglés Tony Adams, nuevo entrenador del Granada en sustitución del destituido Lucas Alcaraz, dijo ayer en su presentación que viene a dar "una patada en el culo a los jugadores" y a "entrenar, entrenar y entrenar" para que el equipo pueda reaccionar y alcanzar la permanencia. Meta para la que intentará hacer "lo mejor posible" cada día para compensar su falta de experiencia en los banquillos.