Shanghái (China)

Fernando Alonso tiene asumidas las limitaciones de su McLaren-Honda. Hasta al menos dentro de un mes no dispondrá del nuevo propulsor del fabricante japonés y hasta entonces se marca el objetivo de "seguir disfrutando de las carreras hasta que el coche esté a punto". Respecto a la carrera de ayer en Shanghai, en la que sumó el segundo abandono de la temporada, afirmó que "fue bastante divertida. Solamente pudimos hacer treinta vueltas, pero estoy satisfecho. Por desgracia no pudimos acabar y coger ese punto o dos, pero un punto o dos no nos va a cambiar la vida, tenemos que estar más arriba de eso y hasta que llegue ese momento intentaremos divertirnos por lo menos en la pista".

El doble campeón mundial asturiano, que estaba efectuando una gran carrera, en la que llegó a ser sexto y siempre rodando en puntos, tuvo que abandonar a causa de un problema en el palier cuando se defendía del ataque de Carlos Sainz. "Es una pena no poder acabar. Desde la salida han sido condiciones complicadas pero nos llegamos a poner sextos después del coche de seguridad. Más que eso ya no podía hacer", insistió el piloto ovetense, quien desde que comenzó la temporada ha declarado que nunca antes había tenido un coche menos preparado. Aún así, Alonso se mostró contento con su actuación y dijo que haber estado dentro de los puntos y rodando por delante del Mercedes del finlandés Valtteri Bottas "es de las cosas más surrealistas que me han pasado nunca".

"Sin poder hacer test invernales vamos descubriendo los problemas carrera tras carrera y esperamos ya dentro de poquito poder tener una fiabilidad máxima para acabar las carreras", concluyó el piloto.