Gestionar la euforia, y más en un equipo joven, no es fácil, y en eso centra su energía el entrenador del Aquimisa Queso Zamorano. Saulo Hernández no quiere que estas tres últimas victorias afecten de un modo negativo a su plantilla y es que "ni cuando perdimos seis seguidos éramos tan malos, ni ahora somos tan buenos", y es que considera que sería injusto valorar a la plantilla solo por estos resultados ya que ha habido otros buenos partidos en los que la moneda salió cruz, pero no resta brillantez a sus jugadores.

No obstante, consciente de que se encuentran en el tramo más importante de la temporada, el entrenador quiere que sus jugadores se mantengan con los pies en el suelo y no se confíen. "En Gandía, a pesar de todo, no hicimos un partido al nivel de los anteriores", admitió el técnico zamorano quien insistió en que lo mejor "con mucho" fue el resultado.

Aún así ese partido, y esa canasta de Sangone sobre la bocina será difícil de olvidar, y es que da pie a soñar con una permanencia que cada semana está más cerca. Ahora mismo la situación del CB Zamora dista mucho de la que atravesaban hace menos de un mes y es que son terceros por la cola y este fin de semana (sábado, 17.30 horas en el Ángel Nieto) reciben a otro rival directo al que pueden adelantar en la clasificación, Tarragona, un plantel con mucha experiencia en la categoría, que el año pasado quedó cuarto y con el que además tienen cuentas pendientes puesto que fue quien les ganó en la fase de ascenso de Morón. En caso de triunfo, los zamoranos adelantarían a los catalanes y se situarían cuartos por abajo, y, si esa victoria se uniera a una derrota de Hospitalet el equipo afrontaría los dos últimos duelos dependiendo de sí mismo y fuera del descenso directo.

Dada la importancia de este encuentro se espera un buen ambiente en el pabellón y se invita a la afición a que se acerque y disfrute de un choque que puede ser vital.