El zamorano Jaime Rosón sigue siendo el mejor joven del ciclismo español y ayer se coló en el puesto duodécimo del Gran Premio Miguel Induráin disputado en Estella con la participación de gran parte de los mejores ciclistas del pelotón internacional. La victoria correspondió al británico Simon Yates, que sorprendió a un grupo de nueve escapados en las rampas finales del último puerto de la jornada y consiguió una ventaja de medio minuto que fue suficiente para recorrer los diez últimos kilómetros en bajada en solitario y entrar primero en la meta de la basílica del Puy.

Por detrás, Jaime Rosón supo mantenerse durante el tramo decisivo de la clásica navarra en el grupo de unos 20 favoritos que se rompió a falta de 20 kilómetros para la meta por el trabajo de los equipos Movistar y Sky. Rosón no tuvo suerte y el corte le pilló en la cola del pelotón. Tuvieron que ser los tres corredores del Caja Rural que estaban en el grupo junto al Katusha los que tirasen fuerte para intentar alcanzar al grupo de nueve fugados, pero la calidad de estos quedó patente y pronto alcanzaron el minuto de ventaja.

En el puerto final de la jornada, Rosón intentó contactar con el grupo de cabeza, protagonizó un fuerte tirón pero pronto comprobó que era imposible alcanzar a los fugados con lo que se resignó a luchar por ser el mejor de su equipo en la meta y por un puesto destacado que consiguió con esa duodécima posición que demuestra el gran estado de forma con el que afrontará el lunes la Vuelta al País Vasco donde será el líder indiscutuble del Caja Rural.