Al contragolpe. Así se impuso ayer el Real Ávila a un CD Villaralbo que lo intentó hasta que pudo y que, por momentos, tuvo cerca el empate. Incluso en una segunda mitad en la que los abulenses terminaron por sentenciar el envite gracias a su delantero Iván, autor de los últimos tres goles del 2-5 final.

No se había llegado a los cinco minutos de juego y el marcador ya era adverso para los locales. En una buena jugada del Real Ávila, el balón llegaba al interior del área e Iván no dudaba en aprovechar la primera ocasión del partido para abrir el marcador y poner un 0-1 que parecía presagiar una goleada.

El tanto, sin embargo, espoleó a un CD Villaralbo que reaccionó con una buena acción de Guille, cuyo disparo se fue al lateral de la red. Un tiro que fue uno de los pocos que los azulones realizaron a lo largo de una primera mitad en la que hubo peligro en las dos áreas pero pocas ocasiones de gol. Tanto locales como visitantes tuvieron sus mejores opciones a balón parado pero sin inquietar en demasía a los porteros.

Bien distinto resultó el segundo acto, cargado de goles y emoción con dos equipos ávidos por puntuar que aprovecharon sus puntos fuertes al máximo.

El primero en demostrar sus mejores facetas fue el CD Villaralbo. Ganó en coraje en las acciones divididas, se hizo fuerte en su portería y, pronto, encontró premio a su desempeño con un penalti fruto de una buena jugada de Eder cuyo centro recogió Dani antes de ser derribado en el área. Una pena máxima que transformó David Grande para igualar la contienda.

Como ocurriera antes del descanso, el tanto dio ánimos a quien lo encajó. En este caso a un Real Ávila que empezó a poner cerco a la meta de Ángel, cuyas intervenciones aguantaron la igualada hasta el minuto 64 destacando un uno para uno que salvó ante Javi. Una acción similar a la que rompio el empate, con los mismos protagonistas y en situación similar, tras un balón largo que superó la zaga azulona.

El 1-2 obligó al CD Villaralbo a estirar líneas y lanzarse a campo contrario. Y eso lo aprovechó a la perfección el Real Ávila con la velocidad de Rubén. Por su banda llegaron el resto de goles, obra de un Iván que la mayoría de veces solo tuvo que empujar el cuero a la red, como en el 1-3 tras un medido pase de su compañero entre dos defensas. Un gol que parecía poner fin a la contienda, cosa que no fue así ya que poco después, en un centro por banda izquierda, Andrés anotaba el 2-3 en propia puerta.

Con el marcador tan parejo a falta de veinte minutos para el final, el CD Villaralbo incrementó su apuesta por el empate. Pero su defensa no pudo soportar la velocidad rival al incrementarse los espacios. Como en el 2-4, en el que Iván remató a la red un pase de la muerte procedente de Javi, que encaraba a Ángel sin casi oposición. O en el 2-5, en una jugada similar en la que hasta tres jugadores visitantes para anotar.