Puede que en el fútbol moderno lo importante, como dice Eddie Felson (interpretado por un enorme Paul Newman) en "El color del dinero", no sea el fútbol (o el billar), ni el sexo, ni el amor, sino el dinero. Tanto tienes, tanto fichas. ¿Hay que construir un buen equipo capaz de ganar una gran Liga? Lo importante no es el fútbol, es decir, la tradición de ese equipo. Lo importante no es el sexo, es decir, el placer que su juego proporciona a los aficionados. Lo importante no es el amor, es decir, los cánticos de la grada. Lo importante es el dinero. Hay equipos que pueden fichar a Pogba y equipos que no pueden fichar a Pogba. Punto. Si un equipo tiene dinero, mucho dinero, entonces puede que llegue el fútbol, el sexo y el amor. Si un equipo tiene dinero, mucho dinero, no necesita un entrenador. Necesita a Zeuxis.

Según cuenta Plutarco, Zeuxis pintó una "Afrodita" partiendo de fragmentos anatómicos de cinco hermosas jóvenes aunque, según la leyenda, el pintor había examinado antes a más de doscientas candidatas. Así cualquiera. La perfecta belleza de la "Afrodita" de Zeuxis era, en el fondo, tan artificial como lo fue más adelante la criatura del doctor Frankenstein, pero unir partes de bellas jóvenes en una pintura no es como coser partes de cadáveres para dar vida a una criatura. Un equipo con mucho dinero se comporta como Zeuxis, mientras que un equipo con poco dinero se parece al doctor Frankenstein. Así, hay equipos-Afrodita tan bellos como artificiales que han sido pintados para ganar títulos y triunfar en la tele, y hay equipos-Frankenstein tan feos como artificiales que han sido creados para sobrevivir y dar pie a los equipos bellos en la tele. Pero, a veces, un equipo-Afrodita la caga, y entonces se le ve el truco de Zeuxis y los aficionados concluyen que ese equipo no es tan guapo como parecía. Eso es lo que está ocurriendo con el Manchester United de Mourinho y, en cierta medida, con el Manchester City de Guardiola. Pero, otras veces, un equipo-Frankenstein que parecía destinado a sufrir y a moverse con torpeza por los estadios se convierte en un equipo bello y en el favorito de los futboleros. Eso es lo que está ocurriendo con el Eibar de Mendilibar y lo que podría ocurrir, si la suerte y la Fuerza les acompañan, con el Leganés de Garitano. ¿Eso quiere decir que el dinero no es lo todo, a diferencia de lo decía el viejo jugador Eddie Felson en "El color del dinero"? No, no quiere decir eso. Los equipos-Afrodita feos como el Manchester United siempre ganarán algún titulito o se clasificarán para jugar la Liga de Campeones. Los equipos-Frankenstein guapos aspiran a mantenerse en Primera División o, si la Fuerza y la suerte les acompañan, a clasificarse para jugar una final de Copa contra todo un Barça, como le pasó al Alavés. Y la temporada siguiente, el Manchester United podrá fichar a cinco bellos jugadores entre más de doscientos candidatos y aspirar, otra vez, a ganarlo todo. Pero el Leicester, por ejemplo, perderá algunas partes de su cuerpo y no podrá sustituirlas por otras igual de buenas y que funcionen igual de bien. Zeuxis siempre tendrá ventaja sobre el doctor Frankenstein.

Me pregunto qué fue de las doscientas candidatas que Zeuxis desechó para pintar su "Afrodita", pero me interesan más las partes de cadáveres que el doctor Frankenstein no utilizó para formar a su criatura.