La federación internacional de atletismo (IAAF) informó ayer lunes que los cambios de nacionalidad, que tantas críticas han suscitado en los últimos años en el mundo atlético debido al gran abuso en determinados países, no se prolongará por mucho más tiempo. De hecho, su presidnete, Sebastian Coe, anunció la creación de un grupo de trabajo que propondrá nuevas reglas sobre este asunto antes de fin de año.

"Ha quedado meridianamente claro, con los numerosos cambios de nacionalidad de atletas sobre todo procedentes de África, que las reglas actuales no son adecuadas. El atletismo, que en sus niveles más altos de competición es un deporte basado en los equipos nacionales, es particularmente vulnerable a este respecto. El reglamento actual no ofrece la protección necesaria a los atletas y está abierto a los abusos", dijo.

También a propuesta del presidente Coe se aprobó no continuar con el actual sistema de presentación de candidaturas para organizar campeonatos internacionales, incluidos los Mundiales, que ya están adjudicados hasta el 2021 (Eugene).

En el futuro, la IAAF adjudicará las sedes, sin seguir proceso alguno, a los países que mejor se adapten a su estrategia de promoción del atletismo en todo el mundo. Un papel que no puede interpretar Rusia quien, en el prinicpal anuncio de la IAAF, debe seguir suspendida por dopaje porque "aún no está preparada" para su readmisión, según apuntó anteriormente el grupo independiente que trabaja en este asunto.