Los octavos de final de la Copa del Rey proponen un duelo de estilos entre Las Palmas y Atlético de Madrid, enfrentados hoy en el partido de ida en el estadio de Gran Canaria, 90 minutos que marcan el camino hacia el duelo de vuelta en el Vicente Calderón y, quizá, mas de media clasificación.

No hay duda de que es un partido clave en la eliminatoria. Así lo perciben los dos equipos en su vuelta a la competición tras las vacaciones navideñas. Dos conjuntos de características muy diferentes obligados a imponer su estilo al contrario.

La posesión de balón es una prioridad para Las Palmas, pero no lo es tanto para el Atlético. Es un aspecto importante en el choque entre los dos, pero no determinante, como ya demostró el último precedente entre los dos conjuntos, el 17 de diciembre en la Liga, con el balón del equipo canario y el triunfo 1-0 de los rojiblancos.

El Atlético, sin renunciar a la pelota, da la misma o más relevancia a otros aspectos, como la ocupación de los espacios, la presión, la intensidad, la concentración y el dominio de las dos áreas; puntos esenciales a lo largo de los últimos cinco años en el equipo y que rebusca ahora para recuperar toda su firmeza anterior.

No la ha tenido en los últimos dos meses de competición. Entre noviembre y diciembre, sólo ha ganado seis de sus once encuentros, con 18 goles a favor concentrados en seis de sus partidos. En los cinco restantes no vio portería; el resultado, cuatro derrotas -tres en la Liga- y un empate, además de una desventaja de nueve puntos, con un partido más, respecto al liderato de la Liga.

Mientras, mantiene sus dudas, a pesar de terminar 2016 con dos victorias seguidas, una en la Liga contra Las Palmas y una en Copa del Rey ante el Guijuelo (4-1). Principalmente porque anhela los goles, indispensables para el equipo, de los franceses Griezmann y Gameiro, ambos en su peor racha de la temporada, con más de cinco partidos sin marcar.

Racha irregular

Los números hablan de un momento irregular; lo mismo transmiten las sensaciones antes de visitar a Las Palmas, al que el Atlético se enfrenta con algún retoque y alternativa en su once para el nuevo año. La principal, la entrada del croata Vrsaljko, con la consiguiente salida del once de Carrasco, baja con una molestia en el tendón de Aquiles.

Esa fue la variante que probó ante el Guijuelo, y que se verá esta tarde en un once al que regresará Filipe Luis con Saúl Ñíguez en el medio como pareja de Gabi Fernández, en una línea de medios que completará Koke. Por detrás estarán Savic y Godín, siendo la portería para Moya (sustituto del lesionado Oblak).

Enfrente, en Las Palmas, Quique Setién optó en la ronda anterior ante el Huesca, de Segunda División, por dar minutos a la mayoría de sus suplentes, pero ayer dejó entrever que cambiará su criterio, por algunas ausencias obligadas y el estado de forma con el que han regresado sus futbolistas.

Setién ha reconocido que quiere obtener "un buen resultado" en la ida copera, por lo que tendrá que utilizar a algunos jugadores que también jugarán el próximo fini de semana. Además, se encuentra limitado por las bajas del lateral derecho Míchel Macedo, porque sigue en Brasil, y de Javi Varas, Pedro Bigas y Ángel Montoro con problemas gastrointestinales. Una larga lista de ausentes a los que se unen también Sergio Araujo y Tana, que arrastra alguna molestia física.