Un año después, la vida sigue igual en la Liga de Campeones. El sorteo de octavos de final deparó el rival más duro al Barcelona (PSG), incómodo para el Atlético de Madrid (Bayer Leverkusen) y más asequible para el Madrid (Nápoles). Tampoco salió malparado el nuevo en la gran fiesta europea, el Sevilla, que se medirá con el Leicester. La eliminatoria estrella la protagonizarán el Bayern Munich y el Arsenal.

No hay ningún equipo que sea súper, superfavorito". Son palabras del entrenador del Arsenal, Arsene Wenger, quizá para animarse ante la crueldad del bombo europeo, que le emparejó con el "coco" de los segundos clasificados, el Bayern Munich. El técnico del equipo alemán, Carlo Ancelotti, señaló: "Van a ser dos partidos interesantes. Confío en mi equipo y en que logremos pasar a cuartos. Para eso es importante asegurarse un buen resultado en el encuentro de ida".

Un exjugador del Barcelona y actual director de fútbol del Paris Saint-Germain, Patrick Kluivert, ironizó con la declaraciones previas de su excompañero Luis Enrique, que pronosticó que a su equipo le tocaría "una joyita", pese a corresponderle un segundo de grupo: "Esperemos que seamos la joyita, sabemos que si estábamos en este bombo nos podía tocar el Barcelona u otro gran equipo, nos toca uno de los mejores. Nos hemos enfrentado ya con ellos en cuartos y en fase de grupos y hemos jugado bien", sentenció Kluivert.