Todos los partidos ya son finales. Esa es la filosofía que el míster Santi Calero ha inculcado a sus jugadores del Atlético Benavente, y por los visto en el último encuentro, cuenta con la complicidad de todos como así lo demuestran en las celebraciones de goles pues acudían junto con a su entrenador y todo el cuerpo técnico. Con esto se puede entrever que están conjurados para salir de esta situación difícil.

Con la llegada de la primera victoria al menos se han perdido algunos miedos y esto puede dar ese empujón que tanta falta hacía, después de haber creado este año unas expectativas sobre el equipo que no estaban siendo correspondidas para una afición que sí cree en este proyecto, como lo están que están demostrando cada jornada que se juega en la Rosaleda acudiendo masivamente.

Es claro que el desplazamiento a Pontevedra esta tarde a partir de las 17.00 contra el Leis FS no va ser nada fácil. Aunque los gallegos también hayan tenido un comienzo de liga tan irregular como los benaventanos, en la campaña anterior fueron de los conjuntos potentes del campeonato terminando quintos.

Se vuelven a caer por lesión Alex y Mario y no se sabrá si se podrá contar con Oli hasta pocas horas de emprender camino a Galicia.