Marc Márquez, tricampeón del mundo de MotoGP, fue ayer protagonista del día en Cervera, donde comenzaron los actos en honor a su último título mundial con una recepción oficial en el Ayuntamiento de su población natal, siendo aclamado por todos sus vecinos cuando salió al balcón de la Paeria, la casa consistorial. El piloto señaló en estos actos que el título de 2014 fue "más dulce" pues "después de un año sin ganar el título, lo valoras más todo" y quiso "agradecer el trabajo de toda la gente que hace posible" sus victorias, indicando que no quiere "hablar aún del futuro".