El resultado de las elecciones en Estados Unidos a favor del candidato republicano Donald Trump también tiene repercusiones en el ámbito deportivo, pues al menos tres equipos de baloncesto de la NBA decidieron no volver a hospedarse en los hoteles del magnate y presidente electo.

La decisión de estos equipos obedece a que quieren evitar cualquier tipo de relación con Trump, según fuentes cercanas a la liga estadounidense de baloncesto.

Las mismas fuentes aseguraron que los Bucks de Milwaukee, los Grizzlies de Memphis y los Mavericks de Dallas son los equipos que decidieron no volver a hospedarse en los hoteles de Trump en las ciudades de Nueva York y Chicago.

Otro equipo más, del cual no se ha querido dar el nombre aunque se aseguró que es de la Conferencia Este, también tomó la decisión de no volver a contratar los servicios del hotel propiedad de Trump en Nueva York.

Ese cuarto equipo seguirá utilizando este año el establecimiento hotelero debido a que existe un contrato de por medio, pero en cuanto acabe su vigencia dejará de hospedarse en él.

Tal decisión, indicaron las fuentes, se debe exactamente al mismo motivo que tuvieron los otros tres equipos, la de no querer estar relacionados con el magnate inmobiliario de Nueva York.

Siete equipos más tienen programado alojarse esta temporada en los hoteles de Trump debido a que también se encuentran bajo contrato, aunque para el próximo campeonato estudian la posibilidad de mudarse.

Los Bucks, Grizzlies y Mavericks, estos dos últimos enmarcados en la competición de la Conferencia Oeste, así como ocho equipos a los que aún no se desea identificar, se alojan en los inmuebles del presidente electo en Nueva York y Chicago cuando se enfrentan a los Knicks, los Nets de Brooklyn o los Bulls.

Marc Lasry, copropietario de los Bucks, y Mark Cuban, dueño de los Mavericks, se declararon en su día partidarios de la excandidata demócrata Hillary Clinton, quien hace una semana perdió la carrera por la Casa Blanca ante Trump.

Las decisiones de estos equipos como reacción al triunfo electoral de Trump se suman a las declaraciones que han hecho cuatro entrenadores de la NBA: Stan Van Gundy, de los Pistons de Detroit; Steve Kerr, de los Warriors de Golden State; Greg Popovich, de los Spurs de San Antonio, y Doc Rivers, de Los Angeles Clippers.

Todos ellos mostraron públicamente su frustración y decepción por el triunfo de Trump en las pasadas elecciones no tanto por ser el candidato republicano, sino por el discurso que presentó con ofensas permanentes para los grupos minoritarios, mujeres, inmigrantes y personas discapacitadas.

Una de las declaraciones más fuertes vino de Van Gundy, quien indicó que Trump es "abierta y descaradamente racista, misógino y egocéntrico".

Por su parte, Popovich, quien normalmente no suele hablar con los periodistas, dedicó ocho minutos para expresar su opinión sobre la elección de Trump y dijo que "todavía me duelo el estómago" por ello.

Popovich fue más allá al considerar que no entendía como puede haber tantos millones de estadounidenses que hayan aceptado un lenguaje y comportamiento lleno de "ofensas" permanentes hacia los valores más elementales de convivencia y respeto que se deben enseñar a los niños cuando van al colegio.

"Que esos valores que cada padre inculca y lucha hasta ponerse azul para que sus hijos los asuman y respeten hayan sido pisoteados por el nuevo presidente de nuestro país es algo que no se puede entender", subrayó el entrenador.