Sara García se impuso en la Vespa Raíd Maroc 2016 culminando en las dos últimas etapas un gran trabajo desarrollado a lo largo de una carrera que, al principio, se hizo dura para la zamorana por la importancia de la velocidad pero que supo resolver gracias a su grandísima capacidad de navegación. Un aspecto fundamental en este tipo de pruebas y que resultó determinante para su victoria en las jornadas finales.

Tras superar sin demasiados apuros las primeras etapas, marcadas por los estrictos límites de velocidad y las sanciones que la organización impuso a los pilotos, Sara García terminó de rubricar su triunfo en la quinta y sexta jornada. Días en los que su pilotaje y su esfuerzo tuvieron justa recompensa.

La quinta etapa, entre Merzouga y Erfoud, contó con algunos puntos escondidos en un trazado cien por cien basado en la navegación. Una característica que benefició a Sara García, una bala a lomos de su Vespa consiguiendo cubrir todos los waypoints en tiempo récord (media hora por debajo de las previsioens de la organización).

Todos los puntos de este trazado estaban situados entorno a un erg. Un escenario por el que García se manejó con soltura, aunque no sin pequeños imprevistos.

Para empezar, en su decisión de comenzar la prueba cubriendo los puntos situados al norte del erg, Sara García sufrió una dura caída en una bajada que le ocasionó una lesión al calvarse en su pierna la placa metálica del soporte de su GPS.

Pese al golpe y el dolor, García se repuso y pasó por el este del erg y el paso de control al sur. Punto en el que decidió, con cuatro horas de tiempo por delante, ir a por todas. Así, utilizando su amplio conocimiento sobre el terreno, completó todos los waypoints posibles y se mantuvo en primera posición de una clasificación en la que los pilotos de Brasil y Portugal acechaban su liderato.

Ese primer puesto estaba en juego en una sexta y última jornada que transcurrió entre Erfoud y Er Rachidia. Una jornada en la que, con 25 puntos de renta sobre el brasileño Oliveira y prácticamente la victoria en la mano, Sara García sufrió lo indecible debido a unos problemas mecánicos que casi le impiden llegar a la meta.

A los 40 kilómetros, la vespa de la zamorana se paró en seco. García comprobó el combustible y, tras examinar la moto, tuvo la fortuna de poder contacter por teléfono con su padre y su mecánico que la ayudaron a localizar el problema. Un fusible que, se había roto, y que pudo sustituir gracias a la colaboración del luso Machado que le otorgó uno que tenía en reserva.

El cambio duró apenas diez kilómetros, momento en el que tras una nueva indicación por teléfono, conectó la bomba de gasolina directa a la batería para intentar cruzar como fuera la línea de meta. Algo que logró tras 110 kilómetros llenos de esfuerzo y tensión que dieron aún más valor a su victoria en esta raíd.