La selección española de balonmano tratará de encarrilar hoy la clasificación para el Europeo de Croacia 2018 con un triunfo a domicilio sobre Finlandia, que protagonizó la gran sorpresa de la primera jornada al imponerse el pasado miércoles por 27-31 a Austria.

Un inesperado resultado que deberá alertar al conjunto español de la necesidad de no caer en ningún tipo de relajación ante un equipo finés, que pese a su escaso pedigrí internacional, ya ha demostrado que posee los mimbres necesarios para propiciar algún que otro susto a rivales de mayor entidad.

Tal y como ya pudo comprobar la propia selección española en su última visita a Finlandia, donde los "hispanos", entonces dirigidos por Manolo Cadenas, sufrieron lo indecible para doblegar por 27-34 al conjunto nórdico, en un encuentro en el que España tan sólo vencía por un gol (24-25) a falta de trece minutos para la conclusión.

Un precedente que, sin duda, tendrá en cuenta el nuevo preparador español Jordi Ribera, que insistirá en la necesidad de volver a mostrar ante Finlandia la misma intensidad defensiva, que le permitió solventar el pasado miércoles por un claro 30-21 su estreno en la fase de clasificación ante Bosnia.

La solidez defensiva mostrada por los "hispanos" en Valladolid fue la nota más destacada del estreno de Jordi Ribera al frente del banquillo de un conjunto español, que todavía necesitará de algún tiempo para adquirir el sello del nuevo seleccionador nacional.

Especialmente en la faceta ofensiva, en la que España careció, sobre todo en el arranque de partido ante Bosnia, de la fluidez ofensiva necesaria para explotar al máximo la variedad de su juego combinativo.

Un asignatura que los "hispanos" de Jordi Ribera tratarán de aprobar en el Folksam Arena de Siuntio, donde jugadores como los laterales Iosu Goñi y Carlos Molina tendrán una nueva oportunidad de demostrar que pueden aportar el lanzamiento exterior que tanto ansía el equipo español.