Los benaventanos, con nueve jugadores desde el minuto 80 más el añadido, resistieron los ataques del Ejido, que lo intentó hasta el final, y sumaron tres importantes puntos. Un encuentro con dos partes muy diferenciadas, una primera sin apenas ocasiones para ninguno de los dos equipos, y otra en la que la intensidad y las ganas de los dos equipos animaron el encuentro en el que la emoción se pudo ver hasta el final.

Casi toda la primera media hora del partido fue un intento de control del esférico por parte de ambas escuadras. Los leoneses ponían mucho más toque en el centro del campo y por su parte los benaventanos trataban de hacer un juego más directo con balones en largo buscando siempre la espalda de la de la defensa contraria, pero ninguno de los dos conjuntos crearía oportunidades de gol que pudieran inquietar tanto a Luceño como a Miguel. Poco antes de llegar al descanso llegaba la jugada del gol que adelantaba al conjunto "tomatero" en una bonita y polémica acción en la que parecía no existir fuera de juego pero que los jugadores del Ejido reclamaron con insistencia la posible situación irregular de Puchi. Jugada esta que la iniciaba Robles con un pase por encima de los centrales visitantes a los que se adelantaba Puchi controlando el esférico con el pecho y salvando la salida del portero y pese a tener toda la puerta para sí el delantero benaventano no fue egoísta y cedió el esférico a su compañero Pepe que venía en carrera desde atrás y lograba adelantar a los suyos justo antes de tomar el camino del vestuario. Estaba claro que los que tenían que arriesgar eran los visitantes y está actitud les hacía tomar ciertos riesgos en los que incluso como sucedía en el minuto 51 con una salida en falso del portero casi permite a los locales marcar un gol que les hubiese dado más tranquilidad.

Los ánimos se iban caldeando poco a poco, con los dos equipos se empleándose a fondo y en una de estas jugadas a instancias del asistente arbitral en un forcejeo entre un jugador del Benavente y Germán, este fue expulsado al ver la cartulina roja, algo que sucedía pocos minutos después cuando se cumplía el 65 en esta ocasión era el jugador benaventano Puchi que por una acción muy parecida a la anterior también tenía que abandonar el terreno del juego quedando los dos equipos con 10 jugadores cada uno. El duelo continuó y de una oportunidad que el delantero benaventano Berodas desaprovechó, la respuesta fue el empate del Ejido.

Sube la intensidad

Pero fueron el conjunto de Santi Redondo pusieron más intensidad a su juego y así les llegaba la victoria con un gol de Pepe en el minuto 85 gracias a una brillante acción al controlar el esférico con el pecho y desde la medialuna de fuera del área grande y lanzar un disparo a la misma escuadra que era imposible de detener por el portero del visitante. Este gol parecía inclinar la balanza a favor de los locales, pero la expulsión de Christian en el minuto 85 dejando al Benavente con solo 9 jugadores aportaba una nueva emoción a los últimos minutos que fueron de un asedio constante sobre la puerta defendida por Luceño. Este tramo de encuentro se hizo interminable paro los locales, así como los cinco minutos de añadido pero pudieron salir victoriosos con una firme y ordenada defensa.