En algún momento de este comienzo liguero, los tres grandes aspirantes al título han dado síntomas de debilidad. El Atlético empató sus dos primeros partidos contra recién ascendidos (Alavés y Leganés), el Barcelona ya lleva dos derrotas (con el Alavés en casa y en Balaídos) y el Madrid enlazó tres empates consecutivos (Villarreal, Las Palmas y Eibar). Pero el sábado, tras el parón por las selecciones y en vísperas de una jornada de Liga de Campeones, desplegaron todo su potencial ofensivo, ya que entre los tres anotaron 17 goles. A la fiesta se sumó el cuarto representante en la máxima competición europea, el Sevilla, que con un triunfo más apurado en Leganés (2-3) mantiene su codo a codo con los gigantes.

Es conocida la voracidad goleadora del Barça y Madrid en las últimas temporadas, saldadas habitualmente con más de cien goles en la Liga. Pero algo ha cambiado en el Atlético, un equipo que desde la llegada de Simeone se ha basado en la fortaleza defensiva. Si ha disputado los títulos a los dos grandes no ha sido por su faceta rematadora, sino por contar con el "Zamora" de los últimos años, Oblak. Sin embargo ahora, después de ocho partidos, es líder con sólo un gol menos que el Madrid y cinco que el Barcelona.

En parte, el Atlético ha sido víctima de su éxito en la "era Simeone". Perdió a Radamel Falcao después de que el colombiano consiguiese 56 goles en sus dos temporadas como rojiblanco. Y tampoco pudo retener a Diego Costa en 2014, cuando el hispanobrasileño contribuyó con 27 goles al título de Liga. Otras veces no salieron bien sus apuestas, como fue el caso de Mandzukic y, sobre todo, Vietto y Jackson Martínez. Sin embargo, ahora Simeone ha dado un paso importante en la evolución del equipo. Al buen funcionamiento del tándem Griezmann-Gameiro se ha unido un centro del campo más incisivo, con Carrasco y Gaitán.

Así que la afición del Atlético, acostumbrada a victorias muy ajustadas, ya ha celebrado cuatro goleadas en este inicio de campeonatos: 0-4 en Vigo, 5-0 al Sporting y 7-1 al Granada. Algo parecido pudo haber ocurrido en Mestalla, donde los de Simeone hicieron un gran partido, pero el virtuosismo de Diego Alves en los penalties dejó el marcador en un 0-2.

El Barcelona mantiene una media superior a tres goles por partido (26 en ocho jornadas) y el Madrid está muy cerca en esa estadística (22) pese a que los dos equipos no han podido contar con sus tridentes en varias jornadas del campeonato. Mientras que el barcelonista ha aportado 15 tantos (6 de Luis Suárez, 5 de Messi y 4 de Neymar), el del Madrid se ha quedado en 8: tres Benzema y Bale, y dos de Cristiano Ronaldo.

Los tropiezos del Barça y Madrid han tenido más que ver con lagunas defensivas puntuales que con la sequía goleadora. Muy evidentes en el caso del Barcelona, que naufragó durante diez minutos locos en Balaídos, que le costaron tres goles. Y bastante llamativos del Madrid en Canarias, que hicieron inútiles el buen partido y los dos goles de Marco Asensio y Benzema.

Lo ocurrido el sábado indica que los equipos españoles llegan en buen momento a la tercera jornada de la Liga de Campeones. Tres de ellos, además, tendrán rivales a priori asequibles: el Madrid recibirá al modesto Legia polaco; el Atlético visitará a la Cenicienta de su grupo, el Rostov ruso; y el Sevilla jugará en Zagreb frente a un Dinamo que ha recibido siete goles en dos partidos. Más complicado lo tendrá el Barcelona, que se medirá al revitalizado Manchester City de Guardiola.