Con la derrota por un contundente 4-1 en la primera vuelta del pasado curso todavía en el recuerdo, el asturiano Luis Enrique regresa al frente del Barcelona a Balaídos, donde espera mantener el pleno de victorias logradas esta temporada como visitante.

"Los precedentes me sirven porque es el mismo entrenador (Eduardo Berizzo). En el fútbol todo puede suceder, pero se repiten patrones de actuación idénticos cuando jugamos contra ellos. Vamos a tener que buscar apoyos, estar atentos a la presión. Para nosotros el partido ante el Celta es un reto atractivo para intentar superar estas vicisitudes", explicaba Luis Enrique ayer en la rueda de prensa previa al encuentro.

El técnico azulgrana con todos los jugadores disponibles a excepción del francés Umtiti y del argentino Leo Messi, quienes siguen recuperándose de sus respectivas lesiones. Teniendo en cuenta que en Mönchengladbach (1-2) jugaron diez de los once que conforman el denominado "once de gala" (todos salvo Messi), no se descarta que el asturiano apueste por las rotaciones. La principal duda reside en ataque, con Arda Turan, Alcácer y Rafinha peleando por cubrir la baja de Messi. Arda Turan es quien más opciones tiene de jugar, aunque el técnico se empeñó en señalar que está contento con Alcacer pese a sus discretas actuaciones. "Lo que le pido yo lo está haciendo a las mil maravillas. Evidentemente le faltan cosas porque se tiene que adaptar. Estoy encantado con el rendimiento de todos los jugadores y, especialmente, con él", enfatizó.

El Barcelona se encontrará enfrenta con un Celta que tras un irregular inicio de curso, con tres derrotas seguidas, ha levantado el vuelo apoyándose en su solidez defensiva. Encadena cinco partidos sin perder entre Liga y Liga Europa, en los que, además, sólo ha recibido dos goles.