Con enorme éxito, una vez más, regresó al polígono de La Hiniesta la Exhibición de Motos Clásicas "Ciudad de Zamora". Una cita en la que volvió a quedar claro el importante peso que tiene actualmente el turismo de las dos ruedas y que la capital del Duero puede convertirse en todo un referente del motor con trabajo, como el que demostró a lo largo del fin de semana la Asociación Motociclista Zamorana.

Varios centenares de aficionados a las dos ruedas se congregaron tanto sábado como domingo en torno a un circuito de aproximadamente 1.300 metros que no paró de ofrecer espectáculo desde el primero de los entrenamientos a la exhibición propiamente dicha, que tuvo lugar ayer a las 12.00 horas con alta expectación pese al elevado calor con el que contó la mañana.

Con cerca de 35 pilotos llegados de diversos puntos de Castilla y León, así como de Asturias, Galicia y otras provincias cercanas, la actividad cumplió con lo prometido y se pudieron ver volar sobre el asfalto máquinas de otro tiempo. Motos propias de las décadas de los 60 y 70, que sin espíritu competitivo, protagonizaron numerosos derrapes, apuradas de frenada y adelantamientos de vértigo que fueron ampliamente aplaudidos por el público sito tras las barreras de seguridad. Asistentes que, además de con las carreras, disfrutaron con la posibilidad de acercarse a estas máquinas en el paddock abierto tanto en la primera jornada como en la celebrada en la mañana de ayer.

Sin duda, la Exhibición de Motos Clásicas "Ciudad de Zamora" volvió a ser un éxito, y no solo en el polígono de La Hiniesta, también en las calles de una ciudad que se contagiaron del ambiente motero gracias a las bellas máquinas del turismo de las dos ruedas.