Peña Cabarga (Cantabria), Carlos DE TORRES

El británico Chris Froome (Sky) se dio un homenaje en la cima de Peña Cabarga, donde ya ganó en 2011, y venció en un espectacular duelo al líder colombiano Nairo Quintana, por lo que se aprieta la general. Por lo que se refiere al zamorano Jaime Rosón, tuvo una gran actuación para entrar el 28º a 1:53 y escapar al puesto 74 de la general.

A veces los mejores deseos se cumplen. Froome se dio a conocer en Peña Cabarga en 2011 con su primera victoria profesional y dijo en la jornada de descanso que quería rememorar su hazaña. Dicho y hecho. En un combate cuerpo a cuerpo con Nairo Quintana el británico de origen keniano, triple vencedor del Tour, alzó los brazos en su cima.

Un golpe de autoridad de Froome que confirma su buen estado de forma y su condición de máximo favorito mientras Quintana no demuestre lo contrario. Un aviso más moral que material, pues el colombiano entró en el mismo tiempo y solo perdió 4 segundos por las bonificaciones.

El combate dentro del último kilómetro entre los dos gallos de la general fue corto pero intenso. Alejandro Valverde, aferrado al podio, cruzó a 6 segundos, el mismo tiempo de un Alberto Contador que luchó sin suerte por la etapa. Lo intentó también el colombiano Esteban Chaves, pero al ciclista de Bogotá le fallaron las fuerzas y cedió 19 segundos. Por su parte Samuel Sánchez entró el décimo, a 30 segundos del vencedor y mantiene el mismo puesto en la general a 3:56 del líder. La etapa se resolvió en el tramo final. El colombiano Chaves el primero en quemar la traca a 1.8 kilómetros de la cima. Valverde salió en su busca y el Sky se unió a la batalla con el checo Konig, quien preparó la pista a Froome para un ataque cantado de Quintana. El de Boyacá saltó con su maillot rojo a 800 metros de la pancarta en busca de rascar algún segundo.

Solo le pudo seguir Froome, atento a la maniobra. Restaban las rampas más duras del 18 por ciento. Se inició una especie de combate de boxeo. Golpeó Nairo, respondió Froome. Luego una pequeña tregua a 400 metros para respirar.Sin tiempo para más y con la etapa en juego trató de nuevo Quintana de plantar a su enemigo británico, que tiró de "molinillo" y de potenciómetro, claro, para demostrar que al esprint era más fuerte que el maillot rojo y llevarse la victoria de la etapa.

Hoy se disputa la duodécima entre Los Corrales de Buelna y Bilbao, de 193,2 kilómetros.