El zamorano Javier Sardá tomó al comienzo de esta temporada una decisión que muy pocos ciclistas serían capaces de asumir: competir en el circuito profesional de Japón. Son varios los corredores españoles que han optado también por este camino de futuro pero, al final, Sardá ha tenido que vivir en solitario la adaptación a un mundo completamente distinto al que conocía en Cantabria, donde residía desde que dejase Zamora cuando acababa de cumplir los 18 años.

No resulta sencillo para un ciclista adaptarse a competir en un pelotón con unas características bien distintas y un nivel muy dispar al que cualquier corredor vive en España y, por extensión, en el resto de la Europa Occidental.

Vivir en el "sol naciente" supone ya de por si un importante cambio en costumbres, alimentación, idioma... algo que también se traslada al mundo del deporte de las dos ruedas.

Y como muchas de las grandes decisiones que tomamos en la vida, la de Sardá llegó casi por casualidad. En la temporada pasada coincidió en el Construcciones Paulino en el que competía con un corredor japonés, aunque de madre española, Marino Kobayashi: "Viendo la situación del ciclismo en España y los problemas que hay para dar el salto a profesionales, le pedí que me ayudará a buscar equipo en Japón y por suerte salió bien", reconoce el zamorano en declaraciones efectuadas a este periódico desde Japón.

"Ya hace unos tres años lo había intentado por mi cuenta pero no pude fichar por ninguno. Ahora estoy aquí, junto a un amigo argentino corriendo en el mismo equipo", añade. Su compañero es Marco Fabián Flores, con quien puede conversar en español y olvidarse un rato del inglés que tiene que utilizar para todo.

El equipo al que ha llegado se llama Victoire-Hiroshima y compite en el calendario de la Japan Pro Tour junto a los equipos continentales: "De momento este año solo vamos a correr en Japón pero es probable que en la próxima temporada compitamos algo más por Asia". Además de los dos corredores hispanoamericanos, forman la plantilla los japoneses Kaga Yudai, Nakayama Takashi, Miyata Hisao, Nishikawa Masahiro, Kohchi Issei, Takehisa Kohta y Sugiyama Fumitaka.

La verdad es que no le ha ido del todo mal y el proceso de adaptación parece exitoso: "De momento estoy contento. He ganado ya dos pruebas y en las últimas carreras de la Japan Pro Tour terminé muy adelante; concretamente la semana pasada hice séptimo en la décima puntuable".

Javier Sardá explica para los lectores de La Opinión-El Correo de Zamora que la forma de correr no es exactamente la misma que en el ciclismo occidental: "Hay algunas carreras que son tipo Criterium y la manera de correr es muy loca. En las carreras normales, de salida se hace una fuga y un equipo controla hasta el momento de romper la carrera", algo que parece más similar a lo que ocurre por estas latitudes más occidentales.

Y pese a que su adaptación está siendo buena, el zamorano afincado en Cantabria reconoce que "la verdad es que los primeros días fueron muy duros porque el cambio es importante. Pero ahora estoy muy contento y muy adaptado. Además la gente te ayuda mucho y así todo resulta mas fácil".

Y en lo que va de temporada ha acumulado ya los siguientes resultados: primero en el Kirara Criterium, primero en el Hiroshima Championship, segundo en el Tour de Shimonoseki, séptimo en la Ishikawa Road Race (Japan Pro Tour), octavo en el Nara Criterium (JPT), undécimo en el Hiroshima Day 1 (JPT), duodécimo en el Hiroshima Day 2 (JPT): "Todavía restan catorce pruebas de la Japan Pro Tour y mi objetivo es conseguir una victoria en este prestigioso circuito y terminar en el "Top 10" de la general final", explica Sardá.

El ciclismo japonés se adapta bastante a las condiciones del ciclista zamorano que puede calificarse como un corredore todoterreno: "La mayoría de las carreras aquí son sube y baja, con repechos duros muy continuos que se adaptan muy bien a mis condiciones".

Son varios los ciclistas españoles que compiten en Japón y que podrían apoyarse unos a otros, al menos, fuera de la disciplina de los equipos, pero Sardá se lamenta de que "solo nos vemos cuando coincidimos en las carreras, y cuando es así siempre hablamos algo. Gusta hablar tu idioma", añade. Por ejemplo, en el Team Ukyo corren Jon Aberasturi, Benjamín Prades, Rodrigo Araque, Oscar Pujol y Salvador Guardiola; o José Vicente Toribio que se ha cambiado al Matrix-Powertag y ya sabe lo que es ganar en dos ocasiones el Japan Pro Tour.

Y desde Japón, Javier Sardá no deja de pensar en su tierra natal: "Dejé de vivir en Zamora hace tiempo pero todos los años voy dos o tres veces para ver a mi familia, en especial a mis abuelos. Aunque ya no viva en Zamora, me siento zamorano. Cuando me preguntan siempre digo que nací allí", no duda en reconocer este emigrante del deporte que ha decidido hacer lo que más le gusta a más de 10.000 kilómetros de distancia de su tierra.