"No sé cuantas oportunidades me dará el K2 o la vida pero, aunque ahora no me lo planteo, espero que haya alguna más", afirmaba esperanzado Martín Ramos ayer en rueda de prensa. Un acto en el que explicó a los medios los motivos que le llevaron a él y a su compañero Jorge Egocheaga a abandonar el sueño de ollar la segunda montaña más alta del mundo y tener que regresar a casa en una aventura que supone el segundo "fracaso" del zamorano frente al que considera "el pico perfecto".

"Este fracaso se debe a diferentes causas. Hay que tener en cuenta que estar en una montaña a 8.611 metros es muy complicado y necesitas que muchos factores coincidan a tu favor para poder llegar a la cumbre", explicaba Ramos, asegurando que esta vez: "Todo se torció".

"Llevábamos aproximadamente la mitad de la expedición y todo iba como debe de ir, como nos ha ido últimamente en las expediciones a mi compañero Jorge Egocheaga y a mí pero, en estos países y en esta montaña, todo cambia muy rápido", relataba el zamorano, destacando que: "El clima no ayudaba, la nieve no estaba en condiciones para el ascenso y, finalmente, una infección intestinal fue la gota que colmó el vaso de los contratiempos para llegar a la determinación triste y difícil de terminar y volver a casa antes de tiempo".

El problema intestinal sacudió a los dos montañeros, siendo más grave en Egocheaga que le indicó a Martín su imposibilidad de seguir adelante. "En ese momento ni me planteé quedarme allí", apuntaba Ramos, aseverando: "Podría haberme unido a otro equipo pero Jorge es mi compañero, somos un equipo. Cuando dijo que se había terminado tomé la decisión de volver. Se había acabado y tocaba recoger e irse para casa".

El montañero zamorano aseguró que esta decisión fue difícil de tomar "por lo que implica para los patrocinadores y por el esfuerzo que supone toda esta empresa", además de por la duda de saber si hubiera podido ascender pese al calor y el parte de nevadas para finales del mes de julio". Eso sí, la "espinita" de lo que hubiera podido haber sido parece resulta para él, ya que como aseguró "nadie ha hecho cumbre en el K2 este verano" y eso "indica que se tomó la decisión correcta".

Martín Ramos explicó también en rueda de prensa que, pese a haber fallado en sus dos intentos de ollar el K2, esto no le obsesiona y que ahora mismo no cuenta con un objetivo marcado de cara al futuro más próximo.

"El K2 es una montaña increíble. Es el dibujo de un niño cuando piensa en una montaña pero, sin saber las oportunidades que me dará tanto ella como la vida, no me planteo ahora si habrá tercer o cuarto intento", confesaba Ramos quien comentó que debido a sus condiciones económicas como personales, va de expedición "cada dos años y para ir hay que tener las ideas muy claras, ya que en las montañas hay que pensar de forma muy lúcida. "Quizá abandonar y tener un mal porcentaje de ascensos pueda parecer malo pero no soy un profesional y por ello también toca pensar en guardar fuerzas para volver a ir profesional de la montaña y a veces hay que guardar fuerzas para volver a ir", concluía antes de dar las gracias a sus patrocinadores por vivir una nueva aventura más.