El Villaralbo firmó un empate en su cruce con el Cerceda coruñés tras un partido muy disputado y jugado de poder a poder entre los dos rivales en el que los zamoranos se adelantaron en la primera parte pero su rival se vino arriba tras el descanso y terminó logrando un empate que hizo justicia a lo sucedido sobre el terreno de juego.

El Cerceda se plantó en el campo de Villaralbo con su equipo de gala y pronto demostró que no se iba a conformar con el empate inicial y ya en el minuto 4, el exjugador del Zamora C. F., Javi Angériz, disponía de una clara oportunidad de marcar aunque no llegaba por muy poco al balón alto que le sirvió Alex Ares.

El Villaralbo comenzó con las lógicas precauciones pero no dudó en replicar con una primera oportunidad que fabricó Gallego con un centro desde la izquierda que Conde remató defectuosamente en el segundo palo.

El encuentro se centró en una cerrada lucha por el balón en el centro del campo en la que la fortaleza física del Cerceda chocaba contra el mejor trato del balón de los zamoranos.

Las posesiones eran muy cortas y los acercamientos a las áreas escaseaban. Hasta que, en el minuto 26, Garban sorprendió a todos con un disparo desde fuera del área como el que, una semana antes le había dado la clasificación para el play off al Villaralbo, y de nuevo, el balón entraba por la mismísima escuadra en el que era el primer gol del partido.

No cambió la tónica de la cerrada lucha en la franja ancha del terreno de juego y las ocasiones escasearon ya hasta el descanso aunque no la emoción de un partido que hacía las delicias de ambas aficiones.

Aún así, en el minuto 31, otro exjugador del Zamora CF, Granada, lo intentaba desde lejor pero el balón salía desviado.

Tras el descanso, el Villaralbo cedió la posesión al Cerceda e intentó jugarle a la contra a los gallegos, pero los balones largos hacia Javi Ballesteros siempre los cortaba su excompañero y amigo, Angeriz.

Por su parte, el Cerceda superaba los problemas que le causó en la primera parte el resbaladizo terreno de juego del estadio de Villaferga, y se fue a por el empate con mucha decisión como en la oportunidad que protagonizó el lateral Noe y que culminó Abelenda con un remate de cabeza que salía ligeramente alto.

Y de nuevo el gol llegaba cuando menos se lo esperaba todo el mundo. Esta vez fue Granada el que recibía un rechace en la media luna y, sin pensárselo dos veces, lanzaba una bolea que se estrellaba en el larguero y botaba dentro de la portería para salir posteriormente.

Los jugadores y el cuerpo técnico del Villaralbo protestaron la concesión del gol defendiendo que el balón no había entrado en la portería, pero las imágenes de vídeo captadas confirmarían posteriormente que se trataba de un gol legal. El árbitro Roberto Carralero dudó en un principio en concederlo, pero señaló el centro del campo en cuanto consultó con su asistente.

El gol del empate espoleó de nuevo al Villaralbo que, herido en su orgullo, se fue a por la victoria. Primero fue Manu Arias el que lanzó un centro chut que atrapó el portero Valín; en el minuto 75 era Garban el que no acertaba en un libre directo, y poco después Villa resolvía un larguísimo barullo dentro del área con un remate solo ante el portero que se le escapó por muy poco.

El partido entró en los últimos minutos en una tónica de gran emoción en el terreno de juego y en las gradas, pero ninguno de los dos equipo fue capaz ya de fabricar el gol que desequilibrase una eliminatoria que se resolverá dentro de una semana en casa del Cerceda.

De esta forma, la eliminatoria tendrá que resolverse en el difícil campo del Cerceda, un conjunto que basa su potencial en la experiencia y en el poderío físico de sus jugadores, un rival que será muy peligroso para el Villaralbo en su casa.