Da igual los que jueguen, pues este año el club tomatero no tiene rival en la categoría. Esta vez la víctima fue el Moraleja, que para colmo de males viajó a Benavente sin posibilidad de cambios.

Pronto comenzaban marcando los locales y, antes del descanso, la renta ya era de cuatro tantos. Diferencia que propició la relajación local y que el Moraleja pudiera maquillar el tanteo a base de pundonor en un duelo en el que, con la liga en el bolsillo, Redondo hizo debutar a varios juveniles.