El GCE Villaralbo tan solo pudo sacar un punto en su visita al campo del Santa Marta y tendrá que seguir peleando en este tramo final de la temporada para amarrar la cuarta plaza que le dé derecho a jugar el play-off de ascenso a Segunda División B, ya que perdió parte de su renta sobre La Bañeza, que se encuentra.

Era un partido de urgencias y de necesidades. De urgencia para el Santa Marta, porque el conjunto salmantino comenzaba el partido en puestos de descenso a Regional y sabiendo que el de ayer sería, seguramente, el último tren que podría coger para reengancharse a la lucha por evitar la pérdida de categoría. Y de necesidad para el GCE Villaralbo, porque los zamoranos, pese a que se encuentran en una posición que muchos quisieran para sí en la clasificación, debían sumar de tres en tres para seguir asegurando esa cuarta posición.

Hombre a hombre, comparando la alineaciones de uno y otro equipo, la diferencia era abismal. Individualmente se trataba de un equipo de hombres contra un conjunto formado por niños, jóvenes todavía en edad juvenil o que hasta la temporada pasada lo eran. Así las cosas, el panorama para los locales se presentaba harto complicado. Y los primeros minutos así lo corroboraron.

El inicio del GCE Villaralbo fue bueno. Los visitantes quisieron imponer su ley, la que sobre el papel tendría que imperar en el partido, y el Santa Marta se mostró atenazado. Apenas tres minutos tardó Garban, formado en las categorías inferiores del Santa Marta, en poner a prueba al conjunto local con un gran disparo desde la frontal que se encargó de atajar Charly. El GCE Villaralbo quiso pero tampoco encontró la manera clara de llegar con facilidad a la portería tormesina, y entonces el encuentro empezó a equilibrarse poco a poco.

Los salmantinos ganaron peso en el partido de manera paulatina y se fueron quitando esa presión y sobre todo la condición moral de equipo netamente inferior. En otras palabras, comenzaron a perderle el respeto al GCE Villaralbo, y eso no fue bueno para los zamoranos. Así, a los veinte minutos de juego llegó el primer acercamiento del Santa Marta después de una gran jugada elaborada por la parte central que encontró a Ángel Lerma, el delantero, dentro del área. El ariete hizo un recorte pero su lanzamiento con la pierna izquierda fue demasiado flojo.

Por supuesto, el GCe Villaralbo no se iba a quedar atrás y Mato probó fortuna con un lanzamiento lejano con el que nadie contaba y que, sin embargo, se marchó muy cerca de la portería salmantina. Era un choque con muchas disputas en el centro del campo, sin un dominador claro y con muchos balones divididos. Nadie terminó de imponer su ritmo de manera convincente y antes del descanso Rubi trató de aprovechar esa especie de desconcierto en el que estaba sumido el choque para probar suerte con un disparo lejano que no encontró portería. El bagaje de los zamoranos, que prometía en el inicio, se quedó en algo ciertamente pobre en esta primera mitad. El Santa Marta todavía lo intentó una vez más con un centro desde la banda derecha que encontró a Ángel Lerma, pero el delantero no se esperó el fallo del central y el balón rebotó en su pecho sin que hubiera remate.

Así fue como transcurrieron los primeros 45 minutos, con pocas cosas más reseñables y dignas de destacar. Se esperaba una mayor superioridad del Villaralbo, pero la mayor calidad de su plantilla no se hizo efectiva. De hecho, el Santa Marta saltó al campo en la segunda parte con una mejor predisposición que los zamoranos. Pese a todo, los visitantes llevaban peligro las veces que rondaban el área porque tenían mucha pólvora arriba, y una contra del GCE Villaralbo terminó en un disparo de Javi Ballesteros ante el que tuvo que responder Charly con un buena intervención.

La sensación era que el Santa Marta tenía el dominio territorial de la situación, pero que además se sometía a un gran desgaste físico que le comenzaba a pasar factura. De hecho, los acercamientos claros fueron del Villaralbo, como uno de Bruju que, tras una espectacular jugada personal, no pudo superar al guardameta Charly en el mano a mano. Después, a Conde le cayó un balón suelo dentro del área pero su volea, con todo a favor, se marchó lejos de la portería.