El español Rafael Nadal tuvo que abandonar este sábado en el Masters 1.000 de Miami debido a problemas físicos cuando disputaba el tercer set de su partido debut en el torneo ante el bosnio Damir Dzumhur.

Nadal, que ganó con comodidad el primer set (6-2), comenzó a sentirse mal y pidió la asistencia médica en varias ocasiones, la primera la conclusión del segundo set (4-6) y una segunda cuando el marcador señalaba un 2-0 en la manga de desempate. "Tuve miedo de marearme y perder el conocimiento en la pista. Paré porque estaba preocupado por mi salud", reconoció el español al final del partido.

A pesar de intentarlo, en una nueva muestra de pundonor del tenista español, Nadal no aguantó y se retiró cuando el marcador mostraba ya un 2-6, 6-4 y 3-0, al verse sin fuerzas para seguir.

El médico tomó la tensión al tenista español, que apenas tenía energías para correr por la pista y en cada descanso se dejaba caer en la silla para tomar un poco de aliento y refrescarse con agua bien fría que contrarrestase la sensación térmica de 32 grados centígrados y una humedad del 65 % que se vive en Cayo Vizcaíno.

El propio jugador bosnio también tuvo que pedir ayuda al médico al terminar el primer set, pero logró recuperarse bien, después de explicar al doctor que durante el primer set se había sentido mareado, con problemas en el estómago, y que incluso ha tenido ganas de vomitar. Aparentemente síntomas parecidos sufrió Nadal.

Este abandono trunca el buen momento que el manacorí mostró en el pasado Masters 1.000 de Indian Wells, donde cayó ante el número uno mundial, el serbio Novak Djokovic, pero dando una imagen mejorada en relación a los últimos meses.

El español perdió en primera ronda del Abierto de Australia ante su compatriota Fernando Verdasco, ante el austríaco Dominic Thiem en Buenos Aires y frente el uruguayo Pablo Cuevas en Río de Janeiro.

Nadal arrancó sin dar opciones a Dzumhur

Y es que, mientras la salud se lo permitió, Nadal se mostró sólido y no ofreció excesivas opciones al bosnio, que venía de eliminar al argentino Leonardo Mayer en primera ronda (4-6, 6-3 y 6-4).

El español empezó agresivo, intenso, y se llevó con un ace el primer juego en blanco ante el tenista bosnio, con el que no se había enfrentado hasta la fecha.

Mientras el 94 de la ATP sufría para sacar adelante sus servicios, el cuatro veces finalista en Miami (2005, 2008, 2011 y 2014) guardó fuerzas ante un rival que sufría mucho en la pista.

Tanto es así que Dzumhur requirió la asistencia del médico, al que explicó que durante el primer set se había sentido mareado, con problemas en el estómago y que incluso ha tenido ganas de vomitar.

A pesar de esta situación, el bosnio decidió continuar en el partido, y esta visita del doctor del torneo le cambió la cara, pues comenzó a sacar y moverse mejor y pegarle con más intención a la bola.

Por contra, Nadal empezó a mostrar signos de debilidad y en el tercer juego cedió su saque, pero se recuperó ligeramente y le devolvió el break e igualó el set (4-4).

Las esperanzas del manacorí estaban en cerrar el partido por la vía rápida para salir de la pista mientras las fuerzas le aguantaban, pero el bosnio se alineó con las líneas en el siguiente juego y rompió de nuevo el servicio al 5 del mundo y forzó el desempate.

Nadal requirió entonces al médico y decidió seguir, pero no estaba en las condiciones adecuadas para disputar un partido de este nivel.

Los cuatro errores no forzados del manacorí en el primer juego del set de desempate y una doble falta entregaron en bandeja el break a Dzumhur.

Nadal no estaba bien, y aunque su carácter le impidieron dejarlo en ese momento, se veía que no podía enfrentar el partido.

Temió perder la conciencia

"He intentado aguantar pero tenía miedo de estar demasiado mareado y perder el conocimiento en la pista", dijo en conferencia de prensa Nadal, a la que llegó contrariado y con paso dubitativo.

El tenista español explicó que ha pasado un "muy mal rato" en la pista y que fue al final del primer set cuando empezó a sentirse mal. Después, todo fue "cada vez peor y peor y peor".

Nadal consideró que no era "seguro" permanecer en la pista en esas condiciones, aunque explicó que aguantó todo lo que pudo. Incluso el doctor de pista llegó a tomarle la tensión para precisar el estado en el que se encontraba.

El médico del torneo toma la tensión a Nadal en un descanso del encuentro. Foto: EFE

Nadal dijo que abandonó por "pura prevención", debido a las "malas sensaciones" y la creencia de que no podía "terminar el partido en condiciones mínimamente decentes".

El español, que reconoció que durante la propia conferencia de prensa se sentía todavía algo mareado, dijo que en el segundo set, aunque veía que estaba "muy mal", tenía "esperanzas" de que podía mejorar su estado de salud y por eso forzó hasta el inicio del tercero, pero entonces se dio cuenta de que no "tenía opciones".

"Eran sensaciones demasiado raras y complicadas como para poder seguir", explico Nadal, que recordó que ya ha vivido partidos en condiciones climatológicas "extremas" en otros torneos como el Abierto de Australia que le provocaron sensaciones similares, pero nunca tan intenso como hoy en Miami y que le hiciesen temer que no podría terminar un partido.

Rafael Nadal, que se vuelve a quedar sin ganar un título en Miami, uno de los tres Masters 1.000 donde nunca ha levantado el trofeo, dijo confiar en que "no sea nada" y se debiese a las extremas condiciones en la pista o un pequeño virus.