Diego Pablo Sevilla, del equipo RH+ Polartec de la Fundación Contador, se alzó campeón de la última edición del Trofeo Ayuntamiento de Zamora disputada en la tarde de ayer. Una carrera en la que participaron cerca de 200 corredores y que acabó decidiéndose al sprint.

Sevilla fue el más rápido entre los rápidos. Se colocó bien en la subida de la Ronda de la Feria, camino de la meta situada en La Marina, y contó con el buen trabajo de sus compañeros para llegar a la última curva del trazado con la suficiente distancia como para asegurar con su potencia el triunfo.

El prometedor madrileño cerró al sprint una carrera que fue, prácticamente en si misma, un ejercicio de velocidad. Los cerca de 90 kilómetros del ya clásico recorrido por la comarca de Alba fueron cubiertos por el pelotón en un tiempo menor a las dos horas. En gran medida, porque ayer la "serpiente multicolor" no se encontró con las habituales dificultades que en marzo conlleva su paso por las localidades de La Hiniesta, Andavías, Palacios del Pan, Manzanal del Barco, Carbajales de Alba, Muga de Alba, Losacino, Vide de Alba y Carbajales de Alba.

El excelente día del que se disfrutó ayer en Zamora, con un sol radiante y la práctica ausencia de viento, permitió a los equipos ser "valientes" desde la salida, dada en la Plaza Mayor a las 16.00 horas. Todos los corredores pusieron una marcha más a la prevista y buscaron imprimir un alto ritmo a la carrera desde el inicio en su intento por llevar las riendas del grupo.

Con una media superior a 45 kilómetros por hora, no hubo tiempo para despistes. A muchos ciclistas les fue imposible guardarse fuerzas y la total ausencia de abanicos hizo que se provocaran escasos cortes en el grupo. Las fugas, ante estas circunstancias, estaban destinadas a morir antes de regresar a la capital y los equipos comenzaron a prepararse para una llegada al sprint.

La subida por la Ronda de la Feria y la rotonda de la Plaza Alemania fueron decisivas. Un último kilómetro en el que Sevilla, protegido por un compañero, encaraba en buena posición. Plaza que mejoró al ver hueco tras el despiste de sus rivales que, cuando quisieron reaccionar, fue demasiado tarde. El ciclista de la Fundación Contador encaró la curva decisiva con la suficiente ventaja como para vislumbrar la victoria y convertir su ilusión en el punto de velocidad necesario para hacerla realidad.