Llevaba catorce partidos sin perder el Villarreal en Liga, y llegó la derrota en el partido que en un principio menos esperaban los castellonenses, que vieron como Las Palmas les daba a probar de su misma medicina, con un buen trabajo defensivo y de control de juego, que anuló el juego ofensivo de los locales.

Un gol a la media hora de David García fue suficiente para el equipo de Quique Setién se llevaran los tres puntos de El Madrigal, algo que solo había sido capaz de hacer el Celta de Vigo hace más de tres meses.

Empezó el partido con el control del juego por parte de Las Palmas, que fiel a su estilo, con el manejo y la posesión del balón. Lo hacían los canarios sin profundidad, pero lograban alejar al Villarreal de su área y con ello lograban sufrir muy poco.

Pasaban los minutos sin llegadas destacables a las áreas y con muy poco trabajo para los porteros hasta que a partir del minuto veinte, el Villarreal empezó a cercar el área rival y a buscar a Javi Varas.

Fueron minutos en los que parecía que podía llegar el gol local, ya que los de Marcelino habían encerrado a su rival en su campo y tenían la pelota de nuevo. En una de esas la tuvo Roberto Soldado, quien ante Varas no fue capaz de ajustar la vaselina entre los tres palos de la portería.

Pero curiosamente ese gol llegaba del lado contrario a la media hora de juego, en el primer balón entre los tres palos del equipo canario, con un remate de cabeza de David García.

El gol pilló por sorpresa a los amarillos y a sus aficionados, que hacía siete partidos en casa que no habían visto perforar su portería. El tanto generó dudas, y que permitió algunas contras y llegadas del equipo canario, que disfrutaba de sus mejores minutos.

Ya en la segunda parte, el Villarreal apostaba por dar entrada a Baptistao por Castillejo, buscando profundidad por banda y más peligro. Una apuesta ofensiva que buscaba cambiar el partido y sobre todo generar más peligro.

El equipo castellonense se hizo con el control del juego. Maduraba las jugadas y tocaba el balón obligando a su rival a encerrarse en su área, pero no acertaban en el último pase. Así pasaban los minutos y las ocasiones no llegaban, por lo que comenzó a aparecer el nerviosismo y a su vez las opciones para los contragolpes de Las Palmas.

Los de Quique Setién le daban al Villarreal la medicina que los amarillos venían dando a sus rivales, con un repliegue claro y tapándole todas las opciones ofensivas.

La entrada de Bakambu dio mayor mordiente al equipo local y por dos veces, de cabeza, tuvo la opción de batir a Varas. En el último cuarto de hora los castellonenses encerraron al cuadro insular en el área, a lo que sumaban disparos desde fuera del área, en un ataque a la desesperada, pero sin claridad.

A ello se sumaba la polémica del partido, ante un empujón a Soldado en el área que Clos Gómez no quiso ver. Jugada tras la que la tuvo Araujo, quien ante Areola cruzaba demasiado el disparo y lo mandaba fuera. Tras esa jugada era Denis Suárez quien enganchaba un fuerte disparo desde la frontal que Javi Varas mandaba a córner tras una gran parada que salvaba el partido.

Villarreal: Areola, Mario, Bonera, V.Ruiz, Adrián Marín; Bruno, Pina (Trigueros, m.70), Denis Suárez, Castillejo (Baptistao, m.46); Soldado, Adrián (Bakambu, m.69).

Las Palmas: Javi Varas, David García, Lemos, Bigas, Javi Garrido; Montoro, Nili (David Simón, m.76), Momo (Ángel López, m.83), El Zhar, Jonathan Viera, Willian José (Araujo, m.70).

Gol: 0-1, m.29: David García.

Árbitro: Clos Gómez (Aragonés) Tarjetas para los locales Roberto Soldado y para los visitantes Lemos y Montoro.

Incidencias: Partido correspondiente a la jornada 28 del campeonato nacional de liga de Primera, con unos 17.000 espectadores en el campo Municipal de Deportes del Madrigal. Terreno de juego en perfecto estado, con unos 14 grados de temperatura.