El Caja Rural cayó ayer fruto de sus propios errores ante el Ave Fénix, que sacó tajada de los puntuales despistes del conjunto amarillo en la primera mitad para encarrilar un choque que acabó sentenciando al contragolpe (1-4).

El resultado final fue quizás demasiado castigo para el bloque de Sami Merino. El juego fue más equilibrado de lo que acabó reflejando el marcador, teniendo las locales el control del esférico durante bastantes minutos y un buen puñado de ocasiones. Sin embargo, el Caja Rural careció de la efectividad que si tuvo el Ave Fénix, quien además se encontró con dos inesperados regalos para llevar el partido a su terreno.

En el minuto 15 y en el minuto 41 de la primera mitad, dos fallos dieron lugar a ocasiones pintiparadas en favor de un cuadro visitante que, por mediación de Rebeca y Laura, desequilibró la contienda a su favor.

Este resultado de 0-2 permitió a las zamoranas tener más el balón en la segunda mitad, ya que su rival prefirió resguardar su renta e intentar buscar la sentencia al contragolpe.

El guión propuesto por las cántabras fue aceptado por el Caja Rural, quien se hizo con el dominio a costa de desguarnecer su línea defensiva. Un riesgo que, a la postre, fue lo que hizo más rotunda la victoria del Ave Fénix pues las de Sami Merino solo encontraron un gol en su empeño por igualar la contienda; mientras que, por su parte, las visitantes sentenciaron con dos tantos más.