José Andrés Román Mangas es, sin duda, el entrenador español con un palmarés más brillante tanto en cuanto a éxitos conseguidos con su club, la ADZ Iberdrola, como con las selecciones nacionales que ha dirigido. Tras un cuarto de siglo en el que su club de toda la vida, el antiguo Amigos del Remo, se mantuvo en lo más alto del panorama nacional, el técnico zamorano decidió hace ahora año y medio dar el salto al Atlántico y desplazarse a Colombia donde intenta potenciar el deporte del piragüismo en un país con una escasa tradición en este deporte. Ha pasado poco más de un mes en Zamora y se mantiene en la decisión que adoptó movido por las dificultades para mantener en la élite al piragüismo zamorano.

-¿Cómo surgió la decisión de dar este importante salto en su carrera deportiva?

-Por la situación del deporte zamorano y en especial el piragüismo, comprendí que es inviable poder estar en la primera línea que era donde habíamos estado en los últimos 25 años. Siempre he recibido ofertas del extranjero para hacer programas, para organizar cosas, regatas? En enero de 2014 tenía propuestas importantes encima de la mesa y tomé una decisión. En agosto ya estaba trabajando fuera.

-Concretando, ¿en qué consiste su nuevo trabajo en Colombia?

-Estoy en el Instituto de Recreación y Deporte de Bogotá que lleva todo el deporte de la ciudad, tiene más de cincuenta entrenadores profesionales trabajando, unos 700 monitores y una población flotante infantil alrededor del Instituto de más de 50.000 chavales. Es una ciudad que tiene entre ocho y nueve millones de habitantes y las posibilidades para sacar el deporte allí son importantes porque está bastante bien organizado. Además me he encontrado algo muy importante: que hay mucho talento deportivo sin explotar.

-¿Cuál es su función en concreto?

-Hasta noviembre pasado he estado encargado del equipo de kayak de chicos y chicas y desde febrero llevaré todo el grupo de la Liga de Bogotá, entrenador de alto rendimiento coordinando todos los grupos de alta competición, promoción, etc. con unos cuatro o cinco entrenadores que tendré a mi cargo.

-¿Cómo está actualmente el nivel del piragüismo en Bogotá?

-Llevan funcionando desde el 2000, se podrían haber hecho mejor las cosas y podrían tener mejor nivel aunque ahora están llegando entrenadores de fuera, están moviendo los departamentos y pienso que a largo plazo van a mejorar bastante. Ya en 2015 se ha mejorado mucho.

-¿Qué es lo que está usted aportando para que mejore la situación?

-Hemos organizado lo que se estaba haciendo. Llegamos, había un campeonato importante en noviembre, y hemos trabajado para ese campeonato. Ahora tenemos que mover la base y sacar deportistas nuevos. Pienso que con la infraestructura que tenemos, podemos mover más de cien chavales en el equipo y hay posibilidades porque el Instituto está muy organizado para la promoción y sin tener que ir a buscar los niños a los colegios. En esta temporada podremos contar con más de dos mil niños entre los que elegir.

-¿Es muy distinta la forma de trabajar allí y en Europa? Este sistema con la dotación de todos estos medios no es algo habitual en el viejo continente.

-El único problema que hay es que los deportistas salen sicológicamente derrotados a competir porque se creen que son peores. En ese sentido, se ha hecho un trabajo importante con los sicólogos para reforzar todo eso. Por otra parte, les cuesta mucho la disciplina, en cuanto a los horarios no se respetan mucho, aunque poco a poco lo estamos consiguiendo para poder trabajar bien. No había tampoco un trabajo continuo: se alcanzaba el objetivo de la temporada y se dejaban varios meses de descanso para volver a comenzar de cero luego. No se pueden romper esos planes. Ahora estamos organizando las cosas básicas para poder funcionar y la gente se está implicando. También hay un consejo directivo de la Liga que se implica mucho para buscar recursos y yo tan solo me tengo que dedicar al entrenamiento y a la organización de las competiciones o actividades.

-¿Hay posibilidades de que Bogotá pueda tener algún piragüista en los Juegos de Río?

-Creo que es todavía un poco precipitado. Teníamos opciones con una C2 1.000 metros pero ya habría que estar en diciembre preparándose y vamos muy retrasados. En estos momentos no sé si nos vamos a presentar para el selectivo que hay pero no veo grandes posibilidades. Estos chicos tenían un 50 por ciento de opciones. También en kakak hay algún junior y sub 23 que están haciendo buenos tiempos.

-Este nuevo contrato que ha firmado le abre muchas posibilidades.

-Los objetivos no me los marco a largo plazo porque la ventaja que tengo es que desde 2015 me han salido varios proyectos a nivel internacional y en Europa, en concreto. En Colombia estoy a gusto, hay implicación tanto del Instituto como de los directivos de la Liga y los deportistas y, en principio, voy a seguir allí trabajando con tranquilidad y conseguir gente que destaque a nivel internacional. El principal hándicap que tenemos es que no competimos, se compite solo dos veces al año y eso es muy poco. La idea es venir en marzo a Europa y luego en julio y agosto. Si lo conseguimos, subiremos de nivel porque lo más importante no es entrenar, sino competir, y competir con gente buena. Eso lo tenemos en Europa y estamos mentalizados de que hay que salir de Colombia y competir en otros sitios. Tenemos propuestas de convenios con federaciones internacionales que los vamos a apoyar con intercambios. Hemos organizado la casa y el siguiente paso es salir a Europa a competir.

-¿Fue muy difícil dejar el club de toda la vida?

-Cuando trabajas 35 años a un nivel, consigues unos resultados y haces las cosas que se han hecho, pues todo el mundo lo siente. Pero valoras en la balanza la situación que tienes, cómo estás, ves que aquí no se implica nadie para que el club salga adelante y ves que el único interesado eres tú porque no hay nadie más: ni los deportistas, ni las instituciones y los patrocinadores cada vez apoyan menos. Intentar hacer un proyecto de Primera División cuando el presupuesto que tengo es de regional y las posibilidades económicas para mentenerlo está entre mal y peor, te crea una sensación de impotencia y dices, hasta aquí hemos llegado. Vamos a emprender otros proyectos. Si en tu país no te sientes apoyado para liderar proyectos, siempre hay en el mundo otra gente que te puede apoyar para hacer lo que te guste.

-¿Qué tendría que ocurrir para que regresase a Zamora?

-Hombre, sigo implicado con la pista de Iberdrola en Villalcampo. Allí voy a seguir porque tenemos proyectos en el extranjero que son complementarios con esto, pero volver aquí va a ser prácticamente imposible porque se me han abierto un abanico de propuestas para poder hacer el deporte que me gusta. En principio voy a seguir ahí, no sé cuánto tiempo, y si algún día lo dejo, tengo ya otras cosas en mente y puedo cogerlas en cualquier momento. Llevo cuarenta días en Zamora y veo que, cuando yo estaba aquí, las cosas estaban duras y ahora siguen estando igual de duras. El deporte en Zamora está en una situación entre complicada y complicadísima y no se ven a largo plazo posibilidades de mejora o implicación.

-¿Cómo se ve la ADZ desde lejos?

-Por lo que hablo con la gente estamos con los mismos problemas y situaciones de siempre, con el tema económico. Los que están ahora están viviendo lo que antes vivimos otros. Mantener una entidad como la nuestra exige muchas horas de trabajo, mucha dedicación y con muchas dificultades para cumplir los objetivos al cien por cien. La única solución es que los socios aporten para que la entidad se mantenga y si no, no hay otras posiblidades. El aporte del patrocinio es pequeño, las instituciones han bajado el cien por cien sus subvenciones. Con eso es muy difícil poder emprender proyectos grandes. A mi me ha tocado durante una época y ahora le toca a otros.

-Usted lidera un proyecto en la pista de Iberdrola de Villalcampo en el que se conjugan deporte y promoción turística, ¿qué planes tiene en este campo?

-Estamos tomando tres direcciones: una es la organización de regatas, apostaremos por las masivas de niños, una nacional y otra autonómica; la segunda vía es seguir insistiendo en traer equipos nacionales a entrenar a Villalcampo ya que tenemos varias ofertas; y la tercera, ya llevamos tiempo con programas europeos e insistiremos en eso para poder sacar algo. Estoy contento porque es un grupo amplio de gente el que está implicado, unos viven en Zamora y otros en Madrid, y creo que a corto plazo ya se podrá ir haciendo algo.