El Marca de Garantía Chorizo Zamorano se adjudicó el primer derbi de la temporada en Liga EBA frente el HiLED Queso Zamorano por un ajustado tanteo (74-73) en un emocionante choque cuyo final resultó no apto para cardiacos.

Pudo pasar de todo. El balón cruzó el aire, como en la típica película americana, dispuesto a entrar. Pero, el tiro de Tate pegó en el aro dando más suspense a unos últimos segundos en los que tuvo lugar un multitudinario rebote donde hubo -seguramente- faltas de todos los jugadores que perseguían el balón ante unos árbitros que, esta vez, decidieron no mojarse y dejar correr el crono para que al bocinazo final se llegara con 74-73. Un marcador festejado a lo grande por las categorías inferiores del Virgen de la Concha, que se dejaron notar en los momentos más emocionantes de un envite que no defraudó a nadie.

El derbi estuvo a la altura. Contó con todos los ingredientes de un gran partido. Igualdad, alternancia en el dominio, grandes aciertos, fallos fruto de los nervios, polémica arbitral y sonoridad. La de un Ángel Nieto con 700 personas demostrando que el baloncesto masculino tiene "tirón", y más cuando los dos equipos de la ciudad están arriba en su liga.

Su situación en la tabla la demostraron ambos conjuntos ayer, exponiendo motivos sobre una pista en la que hubo tiempo para ver sus virtudes y sus defectos.

Quien primero exhibió la receta de su éxito fue el Marca de Garantía Chorizo Zamorano. Con una buena defensa y un Cid espectacular, los de Barrio tomaron ventaja tras los minutos de tanteo, firmando un amplio parcial en el que el HiLED Queso Zamorano acusó las canastas falladas bajo el aro por Solarin y desde el perímetro.

Bosa, que entró desde el banco, prolongó la racha "amarilla" e hizo que los robos de su defensa acabaran en grandes canastas, ampliando la renta a doce tantos tras el postrero mate de Hunter para hacer el 22-10.

Con la seguridad de una renta superior a diez puntos, los de David Barrio iniciaron el segundo cuarto con buenas acciones y dos triples que ponían en jaque a su rival (30-13), situación que hizo reaccionar a los de Saulo Hernández.

El HiLED Queso Zamorano había trabajado poco como equipo, con continuas penetraciones y jugadas individuales, pero eso cambió cuando gozó de un poco de acierto en su lanzamiento. Vaquero y Solarin lograron puntos necesarios para la tranquilidad "azulona". Con más calma, la calidad de los ayer visitantes salió a relucir y, de la mano de Adrover y Bartell, la diferencia quedó en solo cinco puntos al descanso (39-35).

Con el resultado aún en el aire, había incertidumbre por comprobar que desarrollo tendría el segundo acto. Una incógnita que se resolvió de forma sorprendente.

Pese a volver con gran concentración del asueto y marcar diferencias con una buena defensa y buenas acciones, el Marca de Garantía Chorizo Zamorano se vio sorprendido a mitad de cuarto por el HiLED Queso Zamorano. Los "amarillos" fueron acumulando faltas y bajo la buena dirección de Adrover y la presencia de Hunter, los "azulones" recortaron diferencias. Una remontada que culminó Pep Toni desde la línea de tiros libres y que tuvo su reflejo en el tanteo con el que se abrió el último parcial (53-56). Un cuarto para recordar.

Con las espadas en todo lo alto, el periodo decisivo de partido resultó bello y tenso a partes iguales. El intercambio de canastas y errores abrió los últimos diez minutos donde, la seguridad en los lanzamientos de tiros libres por parte de los de Saulo Hernández era contrarrestado con un soberbio 3+1 de Mells, o un buen rebote y bandeja se Solarin recibía como contestación una gran jugada de Matt Don.

Así, con 65-70 en el luminoso y a falta de dos minutos para el final, el Virgen de la Concha encontró en su base americano y el bloqueo ofensivo rival la forma de llevar el partido a un último intenso minuto que se abrió con 70-70 en el marcador. Sesenta segundos en los que se vivió al máximo cada visita a la línea de personal, cada acierto y cada fallo. Un carrusel de tiros de uno en el que los del Virgen de la Concha acabaron llevándose el gato al agua (74-73), no sin sufrir y pelear hasta el último rebote del último tiro en el que pudo cambiar el ganador, más allá del principal vencedor ayer, el baloncesto.