El Fútbol Sala Zamora se rindió ayer domingo a la lógica y es que perdió ante una de las plantillas más en forma de la categoría, la del Barcelona B, pero lo hizo mostrando una imagen más que digna, sobre todo en la primera mitad, y luchando hasta los últimos compases, un hecho que el público le agradeció desde la grada del Ángel Nieto con sus aplausos. Arrancó el encuentro, el primero en casa sin Velasco que siguió el trabajo de sus excompañeros desde la grada, y los locales sorprendieron gratamente ya que no se amedrentaron ante uno de los mejores planteles de la Segunda División. Como era de esperar el cuadro azulgrana llevó la batuta en ataque y desde los primeros compases los visitantes trataban de sumar metros ante un equipo zamorano que llegaba con la lección bien aprendida y se mostraba muy sólido en defensa. Los zamoranos erigieron un buen muro defensivo y desde ahí creaban su juego tratando de salir a la contra. El reto era sumamente complicado pero lo cierto es que los de Eloy Alonso estaban agradando al público y plantaban cara al filial de Barça con opciones, incluso, de ponerse por delante pero no estuvieron acertados en los últimos metros.

Las rotaciones en el cuadro catalán eran constantes y en bloque, y lograban mantener su, hasta el momento, estéril dominio en el Ángel Nieto. Bajo la portería Molina estaba haciendo un buen trabajo pero al final Juan Emilio impuso la teórica lógica y lograba adelantar a los suyos cuando se cumplía el minuto 12. Las sensaciones no eran malas como tampoco lo era la imagen de un equipo que siguió luchando con sus armas, mucho menores que las de su rival pero que desde luego no arrojaban la toalla, algo que el respetable agradecía. El trabajo en defensa estaba funcionando y debía mantenerse en la segunda mitad a la espera de que la suerte les acompañase. En la reanudación la motivación local no desapareció aunque el guion fue el mismo. Seguía siendo el Barça B quien llegaba con más peligro a área local donde Molina se empleaba a fondo e incluso despertó los aplausos de las gradas. A los tres minutos de la segunda mitad el Barça B hizo valer su artillería y Loinaz ampliaba distancias, pero ese segundo gol espoleó a los de Eloy Alonso y Chicho consiguió reducir distancias y dar esperanza de conseguir la sorpresa de la jornada. El FSZ trataba de aguantar pero las fuerzas flaqueaban. El partido se convirtió en un correcalles que favorecía a los visitantes y en dos destellos, Oussana y de nuevo Juan Emilio, pusieron todo prácticamente visto para sentencia con el 1-4.

A pesar de que todo estaba cuesta arriba la lucha de los zamoranos no se vio mermada aunque cada vez miraban menos a puerta rival y las energías se centraban en evitar que la goleada en contra aumentase. Una muestra de que no se rendían fue que en los últimos compases, el técnico apostó por el portero jugador con el fin de mejorar las prestaciones en ataque. Pedrito, Javi Saldise y Javi Cala gozaron de las mejores ocasiones para maquillar el resultado y es que rondaron la portería del rival pero el marcador no quiso moverse aunque fue una derrota que dejó al equipo orgulloso a pesar de que lo más importante fue volver a ver a Javi Cala de corto. El jugador volvió a las pistas después de diez meses tras su lesión de rodilla algo muy importante para el club y que destacó el entrenador al término del encuentro. "Es la mejor noticia para nosotros porque a pesar de ser los primeros minutos desde febrero, se ha encontrado bien físicamente aunque tiene que recuperar ritmo de juego y sensaciones". Sobre el encuentro, el técnico también destacó la imagen del equipo y cómo habían competido ante un equipo tan fuerte como es el Barcelona B.