El Málaga privó ayer de una victoria al Real Madrid, algo que sucede por segunda vez en la actual temporada. Curiosamente como ocurrió en la jornada inaugural de la Liga, también hubo un gol de los denominados "fantasma", sin que las imágenes permitiesen determinar con precisión si el balón había entrado a no.

El equipo blanco también se queja de un gol anulado debido a que el árbitro señala fuera de juego a Modric cuando el croata está bien situado en el momento de controlar el balón, pero lo que marca el partido por encima de cualquier otra circunstancia es la sensacional actuación de Kameni.

El portero camerunés se ha ganado buena fama como portero pero si en el Santiago Bernabeu no hizo la actuación de su vida cómo sería la que superase de ayer; en cualquier caso, el escaparate de este caso fue inmejorable, pues no es fácil salir imbatido de la potencia de fuego que puede poner en liza el Real Madrid.

Lo intentó de todos modos el equipo de Benítez. Por arriba, por abajo, entrando por los extremos, por el centro, con remates desde todos los lados, desde fuera del área, desde dentro, y en todos los casos el resultado fue el mismo. Con el balón atrapado por Kameni o en su defecto despejado, siempre que el remate fue a portería.

Ya en el primer tiempo se lució en varias ocasiones Kameni, en particular en disparos de Jesé y Cristiano Ronaldo, pero la exhibición adquirió mayor brillo incluso en la segunda parte cuando el Madrid iba acelerando a medida que avanzaba el partido porque veía que no había forma de cristalizar su dominio en goles y su frecuencia en el remate también se incrementaba.

La frustración que se apoderaba progresivamente de los jugadores del Madrid contrastaba con la serenidad de Kameni, que por cierto no fue el único portero en brillar en el campo madridista, pues Keylor Navas tuvo que hacer un par de paradas de relieve. El Málaga, que no ha marcado un gol todavía, sólo tenía un atcante, Amrabat, pero el marroquí estuvo a punto de sacar petróleo de desajustes defensivos blancos.

El Madrid, que comenzó muy ordenado y triangulando bien, acabó de lo más embarullado, apelando prácticamente a "la heroica" para trata de derribar el muro que suponía el portero del equipo andaluz.

No hubo manera y los de Benítez, incapaces de ganar, pierden el liderato y hasta cierto crédito, porque por encima de aciertos rivales y de defectos en el punto de mira a la hora de disparar queda también la sensación de que sus centrocampistas creadores, Isco, Modric y Kroos, estuvieron poco lucidos.

Se dejaron ganar por la prisas y por el atolondramiento cuando precisamente se requiere mayor frialdad. De Cristiano Ronaldo ya se sabe que puede acabar disparando desde cualquier posición, pero sorprende que otros jugadores, como los citados, sean susceptibles de perder la calma de forma tan descarada.

Esa ansiedad puede que le haya costado también una lesión a Jesé, que tuvo que retirarse debido a un problema en un gemelo tras un mal gesto en un remate. Está pendiente de determinar el alcance del percance del delantero, que no era titular desde la primera jornada de Liga.