El Atlético Benavente estrenó ayer su casillero de victorias en este regreso, años después, a la Segunda División B. Los blanquiazules superaron al Universidad de Valladolid en un pabellón La Rosaleda que experimentó una gran entrada, con una afición que pudo disfrutar de un buen fútbol sala. Arrancó el duelo y pronto se vio sobre la pista que el coraje no le iba a falta a los de Santi Calero, que aprovecharon rápido sus llegadas para, en una contra, adelantarse en el marcador. Al UVA se le veía bien plantado y con paciencia y en un error local pusieron la igualada. Minutos después se repitió el guion y después de que los benaventanos inclinaran la balanza a su favor, los pucelanos devolvían las tablas para llegar al descanso con un 2-2 y todo por decidir.

Arrancó la segunda parte que tuvo como protagonista a Malaguti que anotó tras irse de dos rivales en una jugada que fue el punto de inflexión del encuentro. Los locales se adueñaron del partido alentados por el público y pusieron el cuarto en el electrónico. También el trabajo defensivo tuvo su valor cuando el Atlético Benavente supo defenderse en inferioridad e incluso marcó el quinto (5-2), para que, ya sin tiempo, el UVA pusiese el definitivo 5-3.