El Campeonato del Mundo de Maratón de Gyor puede haber marcado un punto de inflexión en el porvenir del piragüismo zamorano. La cita húngara ha deparado la consagración entre la élite mundial de Alejandro Sánchez Cobos que se despide de la categoría sub-23 con medalla de oro. Y al tiempo, Emilio Merchán cierra una competición en la que no tuvo ninguna suerte y regresa con un cuarto puesto que para la inmensa mayoría resultaría un resultado muy positivo, pero la exigencia personal del zamorano le hace pensar que "el Mundial no ha sido bueno".

Sánchez Cobos ha ido creciendo durante los últimos años a la sombra de Merchán y a base de trabajo ha logrado terminar su etapa sub 23 demostrando que el salto a sénior no va a ser traumático. Por su parte, Emilio Merchán no quiere pensar todavía en el futuro, sobre todo porque estos días estará centrado en otros asuntos personales, pero a nadie se le escapa que la posibilidad de formar un K2 con Sánchez Cobos ya no resultaría descabellada. El tiempo lo dirá.

Por el momento, "Chelín" no baraja esta posibilidad porque "Emilio tiene su compañero y que él y yo formemos algún barco en regatas aquí en España no quiere decir que luego en los campeonatos internacionales vaya a abandonar a Iván Alonso".

En todo caso, Merchán ya tiene un sucesor para el día en que decida retirarse, un sucesor que confía en que el salto a la categoría superior no sea traumático: "Yo creo que estamos a un nivel parecido. La diferencia es que ahora seremos más luchando por la victoria. Y la prueba está que el segundo clasificado en el K1fue el húngaro Krisztián Máthé con el que coincidí en sub-23 y teníamos un nivel muy parecido. No cabe duda que esta medalla de oro me motivará mucho para dar el salto de categoría", añade.

Fue una regata la de Gyor que salió a pedir del boca del palista de la ADZ: "No podía haber salido mejor. El circuito era perfecto para mí. Los rivales eran muy fuertes pero todo estaba a mi favor: el agua, el entrenamiento había salido muy bien".

El zamorano había estudiado a la perfección todos los detalles: "Sabía que de la ciaboga anterior a los porteos salía bien, conocía dónde estaban los puntos fuertes y débiles del recorrido, y los momentos en que tenía que hacer las cosas", no duda en reconocer el discípulo de Emilio Merchán para el que el balance del Mundial es bien distinto: "No ha sido bueno". Había puesto muchas esperanzas en el K1 porque se había sentido muy bien desde el principio pero una maniobra irregular del australiano Andrew Birkett le hizo volcar y perder sus opciones de medalla. Respecto al K2, Merchán asume el cuarto puesto logrado con Iván Alonso: "Había cuatro barcos en la lucha por tres medallas, el tercer porteo no nos salió bien, y al final, nos devolvieron la moneda de otras veces. Los húngaros desde el primer momento decidieron ir a por la victoria y atacaron en todos los frentes".

Alonso y Merchán tuvieron un momento de dudas a mitad de carrera: "Vieron que pasábamos un momento malo, atacaron y se fueron los tres primeros. En ese lance, sabíamos que nos jugábamos la medalla porque no iban a parar ya. Mantuvimos la diferencia durante la siguiente vuelta e incluso parecía que íbamos a poder acercarnos pero a la salida del porteo volvieron a tirar y nos quedamos retrasados junto a los checos y franceses", explicaba ayer el palista que ha regresado este año a la ADZ.

Merchán se muestra convencido de que el escaso caudal que tuvo el río en los dos días que le tocó competir era algo preparado por los húngaros: "Lo pusieron así, lo eligieron ellos. Habían entrenado con el río bajo pero subieron el caudal en la semana antes del Mundial y, de hecho, los máster remaron con un metro más de agua". De todas formas, esto no supone una disculpa porque "a mí me venía bien. Conocía el peligro y salí muy bien, incluso decidí parar de tirar para guardar fuerzas".

Se pregunta también cómo un palista de la experiencia de Birkett "no sabe dar una ciaboga". "Me dejaron ir por la orilla, pero no sé qué le ocurrió al sudafricano que se vino contra mí y me sacó. Clavé la pala en el barro y volqué". Fue el momento decisivo en el que aprovecharon para atacar McGregor, Boros y Alonso.

Poco después, el zamorano sufría la segunda caída en la que ya arrojó la toalla y decidió reservarse para el K2 del domingo que se saldó con ese cuarto puesto que a todos nos ha sabido a poco.