El Athletic Club celebró con cierta mesura su victoria en la Supercopa de España que terminó el pasado lunes y en la que se impuso al FC Barcelona. No así la ciudad de Bilbao, en la que miles y miles de habitantes siguieron al equipo durante una larga jornada en la que estuvieron presente los próximos e importantes compromisos deportivos que afrontará el equipo de Valverde.

Para empezar, y pese a romper la sequía de éxitos que duraba 31 años, conquistar la Supercopa no fue suficiente para que los "leones" sacaran a pasear su legendaria gabarra, esa con la que los rojiblancos celebraron sus títulos en 1983 y 1984 y que permaneció en el Museo Marítimo de Bilbao.

La embarcación continuó en dique seco, en el mismo lugar en el que lleva los tres últimos años, porque el Athletic tiene una cita de gran relevancia para su futuro el jueves, día en el que jugará en Eslovaquia la ida del 'play off' de la Europa Leage. Un partido importante pese a que los de Valverde cuentan con la ida en San Mamés para resolver la última de las eliminatorias que le separan de tomar parte en este torneo.

Ese mismo compromiso, además del siguiente duelo con el FC Barcelona que tendrá lugar este mismo fin de semana con motivo del inicio liguero, dejaron las festividades reducidas a dos: la ofrenda floral a Virgen de Begoña, patrona de Bilbao, que se llevó a cabo en la basílica bilbaína, emplazamiento que se quedó pequeño para a los cientos de fieles y seguidores que quisieron acompañar al equipo en su visita a la "Amatxo" mientras las campanas repicaban el himno de los "leones"; y la visita al Ayuntamiento de Bilbao, juntándose miles de seguidores rojiblancos en las inmediaciones de la casa consistorial, engalanada con una gran pancarta en la que se leía "Txapeldunak" justo en el balcón al que se asomó el Athletic, que no dejó de entrenar ayer.