Tras conquistar la Supercopa de Europa en Tiflis en un emocionante partido ante el Sevilla, el Barcelona prosigue el camino hacia el ansiado sextuplete en el nuevo San Mamés, donde el Athletic puede aprovecharse de su cansancio para sacar ventaja en la ida de la Supercopa de España. El Athletic Club lo afronta con un ojo en la próxima eliminatoria europea que tendrá afrontar a continuación ante el MSK Zilina eslovaco, una ronda en la que se juega estar en la Fase de Grupos de la Liga Europa, uno de sus objetivos prioritarios para esta temporada.

No obstante, el equipo de Ernesto Valverde no le hace ascos a una competición que podría darle el primer título oficial en los últimos 31 años, desde que, precisamente, se llevase la Supercopa 1984-1985 sin tener que jugarla en su calidad de campeón de Liga y Copa.

Para intentar llegar vivo al Camp Nou, todo parece indicar que Valverde echará mano de lo que le queda en pie del equipo titular, muy mermado por las lesiones de Ander Iturraspe, Mikel Rico e Iñaki Williams, todos ellos ausencias muy importantes. Como la de Iker Muniain, esta de larga duración.

Mikel San José y Beñat Etxebarrria son más que fiables relevos de los dos medios centros, ya que se hicieron con la titularidad la segunda vuelta del curso anterior, pero más quebraderos de cabeza le da al 'Txingurri' la ausencia de la revelación la temporada pasada de la cantera de Lezama.

Markel Susaeta e Ibai Gómez no pasan por buen momento y parece que va ganando cuerpo la presencia mañana en el once de inicial de otro recién ascendido del filial, Sabin Merino, un jugador muy similar a Williams, alto, rápido, potente y muy goleador en sus últimas temporadas en los equipos de cantera.

La de si utiliza o no a Sabin es una de las incógnitas a desvelar por un Valverde que tampoco ha confirmado al meta que pondrá de inicio en un equipo que, por lo demás, se presume el titular con De Marcos, Etxeita, Laporte, Balenziaga; San José, Beñat; Susaeta, Eraso, Sabin; y Aduriz. Como Iago Herrerín fue titular en la Liga Europa, quizás el técnico opte por Gorka Iraizoz para repetir el reparto de papeles bajo palos que ya dispuso el año pasado.

Después del titánico esfuerzo en Tiflis, el Barcelona afronta este nuevo reto con un único entrenamiento para prepararlo. Ayer aterrizó, agotado, de tierras georgianas a primera hora de la mañana, lo que provocó que Luis Enrique suspendiera el entrenamiento programado para la tarde y diera una jornada de descanso a sus hombres.

El Barça sufrió ante el Sevilla lo indecible para levantar su quinta Supercopa de Europa, en un partido que tenía ganado con 4-1 y que tuvo que acabar resolviendo en la prórroga con un gol de Pedro (5-4).

A estas alturas de la temporada, disputar 120 minutos de una final agónica marcada por una enorme intensidad, se paga, y Luis Enrique tiene pensado reservar a algunos de sus titulares mañana. Máxime, cuando el próximo lunes volverá a medirse al conjunto bilbaíno en el Camp Nou, donde probablemente se decida el título.

La mejor noticia para el técnico asturiano es que la guerra de Tiflis no se ha cobrado nuevas víctimas. Por lo tanto, los azulgranas mantienen las bajas de Jordi Alba y Douglas Pereira, lesionados, las de Arda Turan y Aleix Vidal, que no pueden ser inscritos por la sanción de la FIFA, y la de Neymar, con paperas.

El resto de la plantilla vuelve a estar disponible, aunque no será hasta hoy cuando Luis Enrique de la lista de convocados para viajar a Bilbao.

En cualquier caso, se esperaban varias novedades en el once. Bravo podría sustituir en la portería a Ter Stegen, quien no tuvo un noche especialmente afortunada ante el conjunto hispalense.

En defensa, Mathieu podría ceder su puesto a Adriano en el lateral derecho. En el centro del campo, Sergi Roberto podría suplir a Rakitic, que acabó muy cansado en Georgia tras disputar los 120 minutos, y Pedro obtener el premio de la titularidad como recambio de Rafinha en el tridente ofensivo.