El zamorano Jaime Rosón (Caja Rural) llegó cansado por el esfuerzo a la meta pese a que la etapa de ayer fue, teóricamente, relajada. El Caja Rural tuvo que trabajar para que los escapados no cobraran ventaja y se notaba su su cara: "Hemos tirado durante más de 50 kilómetros pero estamos muy limitados porque los equipos en esta vuelta son de seis corredores y así es muy difícil. Además los otros equipos no han colaborado casi, solo al final, y ha sido una pena. Esperemos mañana tener buenas piernas y a ver qué pasa". Rosón reconoció que "hubo un momento en el que pensé: "se nos van, se nos van" pero al final estar a cuatro segundos no está mal porque Dani no es escalador y malo será que yo reviente o que alguno por ahí nos sorprenda. Pero hay que estar con los pies en el suelo, luchar, sufrir mucho y esperar que haya suerte al final". El líder del Caja Rural también reconoció que fue perjudicial que Aitor González, el líder, se desgolgara pronto porque, de lo contrario, el AMPO ayudaría ayer en el trabajo de persecución: "Si hubiera estado el líder, hubiéramos tirado todos a muerte. Luego también ha habido una caída a un kilómetro de la meta que me ha descolocado para el sprint".