La selección española de hockey sobre patines, dieciséis veces campeona del mundo, sufrió este sábado un durísimo correctivo en la final del Mundial de La Roche sur Yon (Francia), tras salir goleada por Argentina (1-6), que logró el título por quinta vez en su historia.

Tras 72 partidos y 12 años invicto en un Mundial, el equipo de Quim Paüls fue una sombra de lo que se había visto en los encuentros anteriores, y, pese a que se adelantó con un gol de Bargalló a los cuatro minutos, rápidamente perdió su sitio en la final y fue superada con creces por la albiceleste.

Sin ideas, con mucha precipitación y un exceso de individualidades, España vio como Argentina le daba rápidamente la vuelta al marcador, con un gol a media vuelta de Ordóñez, que con la cuchara marcó el empate, y luego con un disparo exterior de David Páez, que acababa de entrar en pista y con 39 años a sus espaldas le marcó dos goles consecutivos a Egurrola.

El portero español y del Barcelona, que tras once años de ausencia volvía a la selección con el objetivo de ganar su primer mundial, salvó a España de una goleada aún mayor, aunque el marcador final, ya de por sí nada corriente para "la roja", no se veía desde 1980.

Tras el descanso, con 1-3 en el marcador, el segundo tiempo fue un calco del primero, y, pese al mayor protagonismo del asturiano Toni Pérez y de Jordi Adroher, no hubo forma de poder superar a Grimalt, muy seguro bajo el arco, y cuando, de libre directo, Lucas Ordóñez marcó de nuevo para la albiceleste, España desconectó definitivamente y regaló la final.

Los argentinos, que acudían al Mundial sin dos de sus mejores jugadores por lesión de Pablo Alvarez y Matías Pascual, y que ya eliminaron a la potente Portugal en semifinales, encarrilaron el final del partido con facilidad, con dos nuevos goles de Nicolia y Ordóñez, que se dio el lujo de firmar un "hat trick" en una final.

En el partido por el tercer puesto, Portugal goleó por 7-3 a Alemania y consiguió, por cuarta edición consecutiva, la medalla de bronce.