Una balsa de aceite, como se esperaba. Así fue la asamblea general ordinaria que llevó ayer a cabo el Balonmano Zamora en la Ciudad Deportiva. Un acto al que acudieron quizá menos socios de los esperados -unos cincuenta aproximadamente- para decidir si el MMT Seguros iba a aprovechar una posible renuncia en la Liga Asobal para regresar a la élite este verano. Posibilidad, remota, que fue el punto estrella del orden del día y que fue aprobada por amplia mayoría.

La respuesta afirmativa se intuía desde antes de arrancar la cita, pasadas las 20.30 horas, con poco menos de cincuenta socios sentados frente a una junta directiva dispuesta a desgranar la temporada. Un repaso que, tras aprobar el acta anterior, fue realizado por José Antonio Quintana con gran celeridad.

En el informe del presidente hubo lugar para la palabra fracaso, por el descenso, pero también para el vocablo éxito. Principalmente, más allá de los notables resultados de la cantera y su crecimiento, por el aumento de la masa social de un club que se fijó como objetivo para la próxima temporada "mantener e incrementar la masa social y el gran apoyo que ha brindado esta temporada".

Pero si algo destacó del resumen de la primera temporada en la élite del Balonmano Zamora fue la presentación de las cuentas de este ejercicio a sus socios en el siguiente punto. Cálculos que, lejos de reflejar una preocupante economía, demostraron que el buen hacer de la entidad se mantuvo también frente a la más alta exigencia con 21.500 euros de superávit. Cifra que, por lógica mayoría absoluta, permitió aprobar el último presupuesto.

Este beneficio, explicado con detalle por la junta directiva y basado simplemente en rondar los ingresos estimados (alcanzó un 98% de la cifra estimada, 316.000 euros) y saber ajustarse el cinturón (redujo en un 11% los gastos presupuestados, que dejó en 291.600 euros) seguro que ayudó para obtener el "sí" en el siguiente punto. La cuestión del día: la posible repesca a la Liga Asobal.

Con apenas votos en contra y pocas abstenciones, la masa social expresó la voluntad de aprovechar la posible oportunidad de regresar a la élite si algún club (Ciudad Encantada, BM Aragón o BM Guadalajara) renuncian a participar en la Liga Asobal por motivos económicos. Impedimento que, ayer, la junta directiva de José Antonio Quintana señaló que no existe para la entidad pistacho. Club que, además, ha despertado ciertas envidias y admiración por la trasparencia de sus cuentas y sus acertados presupuestos.

Precisamente, en el siguiente punto, el Balonmano Zamora hizo gala de su buena previsión y ofreció a sus socios dos presupuestos diferentes para la campaña 2015-2016. Uno para la Liga Asobal (de 343.000 euros) y otro para la División de Honor Plata (285.000 euros), cubriendo así tanto el desarrollo normal de los acontecimientos como su posible vuelta a la élite nacional. Dos proyectos que fueron respaldados sin ningún voto en contra y en los que está reflejado el aumento de la profesionalidad del club.

Precisamente, este fue otro de los hechos expuestos en la tarde de ayer que dieron aún más valor a lo conseguido en esta última temporada. Y es que, el Balonmano Zamora expuso a sus socios el convenio colectivo que fue publicado el pasado miércoles en el boletín oficial de la provincia y que permite al la entidad contar con sus trabajadores y dotar a estos de unas dignas condiciones laborales. Un nuevo paso hacia el deporte profesional en un club que no reniega del trabajo de base pero que es consciente de "tener que seguir dando pasos y mejorando cada año".

Por último, la asamblea general ordinaria del Balonmano Zamora se cerró con el habitual turno de ruegos y preguntas en el que varios socios impusieron sus inquietudes, siendo la más destacada la posibilidad de crear un equipo femenino esta temporada. Opción que se baraja desde hace tiempo pero que continuará en "stand-by" por "falta compromiso". Porque, como quedó claro ayer, ni a Quintana ni a los suyos les gusta liarse la manta a la cabeza. Prefieren las cifras positivas que arroja la viabilidad de su esfuerzo. Una filosofía que le hace ser una entidad saneada y con socios después a decir "sí" cuando se trata de volver a soñar.