El italiano Vincenzo Nibali (Astana) hizo honor bajo el aguacero a su apodo de "Tiburón" y se enfundó el maillot de líder del Dauphiné en la sexta etapa, disputada entre Saint Bonnet en Champsaur y Villard-de-Lans, de 183 kilómetros, donde se impuso el portugués Rui Costa (Lampre).

El ciclista luso, campeón del Mundo 2013, anuló un demarraje de Nibali a 1,5 kilómetros de meta que dejó clavados a Alejandro Valverde (Movistar) y al francés Gallopin (Lotto Soudal), todos ellos protagonistas de la fuga buena de una jornada marcada por la batalla sin cuartel que se llevó a cabo bajo la lluvia con seis puertos en su recorrido. Un trazado que todos afrontaron en condiciones de supervivencia y que hizo que ayer abundaron los abandonos. Desde el principo al Col de la Croix Haute (2a), cuando empezaron los grandes acontecimientos culminados por el ataque de Nibali y la gran respuesta de Costa, que rebasó al italiano para alzar los brazos con 5 segundos de ventaja sobre este.

Fue el único que reaccionó a tiempo al arreón del "Tiburón" de Messina, que después de llevar el peso de la fuga quería darse un homenaje completo, y así olvidar el traspié de la víspera. No pudo hacer lo mismo Valverde, que entró con Gallopin a 38 segundos de Costa.

Así fue el desenlace de una etapa espectacular que rehabilitó a algunos favoritos como los mencionados, pero que sacó las miserias de otros, como el líder Tejay Van Garderen, el británico Chris Froome o el español "Purito" Rodríguez, incapaces de evitar una avería superior a los 2 minutos, sin reacción a la hora de neutralizar una escapada muy peligrosa para sus respectivos intereses.

Segundo asalto de montaña en el Dauphiné, y restan dos, con puertos para dar y tomar, pero Nibali toma posiciones y ofrece buenas sensaciones. Saldrá de amarillo en la séptima etapa con Costa y Valverde en la frontera del medio minuto. Van Garderen baja a la quinta plaza a 42 y Froome se aleja a 1:21 minutos. Purito Rodríguez, sin entonarse aún, se encuentra a 2:45.