El serbio Novak Djokovic completó hoy la victoria semifinales de Roland Garros que había quedado pendiente la víspera por las inclemencias meteorológicas contra el británico Andy Murray, 6-3, 6-3, 5-7, 5-7 y 6-1 en 4 horas y 9 minutos, y se clasificó para la tercera final del único Grand Slam que aún no ganado.

A sus 28 años recién cumplidos, el número uno del mundo tuvo que emplearse a fondo ante el número tres para disputar este domingo su décima sexta final de un Grand Slam, con la intención de sumar su noveno grande, contra el suizo Stan Wawrinka, que consiguió el pase la víspera.

El serbio sumó contra Murray su victoria número 28 consecutiva de una temporada en la solo ha perdido dos partidos.

"Ha sido un partido muy difícil, empecé muy bien, con mucha intensidad, solidez y agresividad. Pero Andy recuperó su confianza y me llevó hasta los cinco sets. En el quinto he roto pronto y creo que he jugado mejor", señaló el serbio.

Fue un triunfo en dos tiempos, en el que el escocés obligó al número uno del mundo a aplicarse a fondo y le arrebató los dos primeros sets de la quincena.

El partido quedó interrumpido ayer por la amenaza de lluvia y la noche, cuando Djokovic dominaba 2 sets a 1 y empataban a 3 juegos en el cuarto y cuando se habían jugado 3 horas y 8 minutos.

Se tantearon los dos jugadores en la vuelta a la central y tras intercambiarse sus respectivos servicios, en el undécimo Murray arrebató el saque de su rival para colocarse en situación de servir para ganar el parcial, algo que logró en el siguiente.

La última vez que el británico remontaba dos sets en contra fue en el Wimbledon de 2013 contra el español Fernando Verdasco, torneo en el que acabó sumando su primer Grand Slam local.

Djokovic, por su parte, había ganado cuatro de los seis duelos a cinco sets sobre la tierra batida de París y solo en una ocasión en toda su carrera le habían remontado una ventaja de dos mangas, en el Roland Garros de 2010 contra el austríaco Jurgen Melzer.

El guión, que hasta ese momento se había salido de la lógica, recuperó el transcurso de lo que marcaba el ránking en el quinto sets.

Djokovic arrebató el saque de Murray en el segundo juego, mantuvo la ventaja sin demasiados problemas y la agrandó en el sexto, para cerrar con un punto directo de saque en el siguiente.

El serbio resolvió un duelo que se le había complicado, el más difícil que ha tenido que disputar en París este año, más incluso que el que en cuartos de final le midió el pasado miércoles contra el español Rafael Nadal, nueve veces ganador y que le había derrotado en las seis ocasiones anteriores en Roland Garros.

Murray, que perdió su condición de invicto esta temporada sobre tierra batida, cuando ha encadenado 15 triunfos, demostró que es capaz de rivalizar contra el número uno del mundo, lo que a sus 28 puede convertirse en uno de los candidatos a los títulos importantes.

La primera parte del partido fue de alto voltaje, jugado en un día caluroso y húmedo en París, un ambiente bochornoso en el que los dos tenistas desplegaron una gran intensidad.

En los dos primeros sets, Djokovic no dio opción a su rival, multiplicó los goles ganadores y en la primera manga solo cedió 10 puntos con su servicio.

En el tercer set el escocés elevó el tono ante la perspectiva de la derrota. Se procuró su primera bola de rotura en el undécimo juego y la aprovechó, lo que le abrió la puerta del parcial.

En el cuarto incluso llegó a adelantarse en el tercer juego, pero al siguiente Djokovic recuperó el servicio y, con 3-3 los árbitros detuvieron la contienda.

Djokovic se medirá mañana contra Wawrinka, verdugo del francés Jo-Wilfried Tsonga. El suizo solo ha ganado 3 de los 20 duelos contra el serbio, el último cuartos de final del Abierto de Australia de 2014, el único Grand Slam del helvético.