El Zamora B perdió ayer sorprendentemente en Béjar, un rival en teoría inferior que, adelantándose por dos goles en una gran primera mitad, pilló a peie cambiqado a un conjunto rojiblanco que no pudo remontar en una segunda paret que jugó, casi completamente, en inferioridad numérica.

El choque comenzó con un Béjar Industrial muy enchufado que saltó al campo decidido a hacerse con el mando del encuentro y que no tardó en conseguirlo. Jugando con mucha intensidad, abriendo bien el juego a las bandas y apabullando a su rival, el equipo local no tardó en poner cerco a la portería de Tomás, que a los diez minutos no podía hacer nada para evitar que Juan José adelantase a los locales en el luminoso.

El 1-0 espoleó al equipo zamorano, que intentó estirar líneas. Sin embargo, el dominio local era muy claro y el Zamora B apenas conseguía hacerse con el balón, mucho menos llegar con peligro sobre la meta local. Seguía siendo el Béjar el que mas peligro generaba, y así a los 22 minutos Jesús culminaba una buena jugada de equipo y batía de nuevo a Tomás, colocando el 2.0 en el luminoso.

A partir de ahí cambió la decoración del partido. El Béjar dio un paso atrás, cediendo el balón a los visitantes que, sin embargo, aunque intentaron irse arriba, se toparon una y otra vez con la solida defensa del equipo local, que apenas pasó apuros antes del descanso.

Las cosas se complicaron aún mas para los zamoranos tras la renudación, ya que sólo se habían disputado tres minutos de juego cuando Víctor veía la segunda cartulina amarilla, dejando a su equipo, además , en inferioridad numérica.

Pese a todo, no bajó los brazos el Zamora B, que seguía buscando huecos en la zaga local. Huecos que no había. Mientras, el Béjar se sentía cómodo y conseguía, al contragolpe, sentenciar el partido en el minuto 69 con un gol de Carlos.

De ahí al final, los locales se dedicaron a contemporizar mientras que el Zamora B iba perdiendo el ánimo con el paso de los minutos. No hubo opciones. Apenas hubo ocasiones del equipo visitante, que jugó más con el corazón que con la cabeza y que no pudo ni tan siquiera recortar distancias.