El Embutidos Ballesteros no ha tenido tiempo de digerir la dura derrota que encajó el pasado sábado en León y ya está con la mirada puesta en su próximo objetivo y es que esta noche disputa el partido que tenía aplazado ante el Santo Domingo de Betanzos que se juega muchísimo tras los últimos resultados.

La situación de la tabla clasificatoria por la zona baja es sumamente complicada, y es que tan solo hay ahora mismo un equipo ya descendido (Leyma Coruña) y son hasta seis las plantillas las que luchan por la permanencia. Además de su estrepitosa derrota, el resto de resultados de la última jornada no fueron muy favorables para los intereses del Virgen de la Concha y aunque es cierto que una victoria les salvaría matemáticamente, e incluso pudiera no ser necesaria, también tienen en mente que existen triples y cuádruples empates que les condenarían al descenso.

Así las cosas el viaje a Betanzos se ha convertido en fundamental por asegurar de forma oficial la salvación y, sobre todo, por quitarse el amargo sabor de boca que dejó el último partido en León con un Embutidos Ballesteros desconocido, dando la peor imagen de la temporada.

En este duelo, que arrancará a las 21.30 horas, tendrán enfrente un equipo gallego, capitaneado por el habitual MVP de la liga, Rozas, y el alero Seijo, que lleva haciendo de su casa todo un bastión estas dos temporadas amparado en una gran afición y donde han sido capaces de derrotar a rivales muy superiores sobre el papel. El técnico de los zamoranos, David Barrio, no contará en esta ocasión con jugadores júnior para completar la expedición, debido a que se juega entre semana. Es dudosa la presencia de Gonzalo Aranzana por problemas musculares lo cual añade más dificultades dada lo corta que se ha quedado la plantilla zamorana tras las largas lesiones de Marcos Bravo, Alejandro Barbero y Ruper. No obstante, la plantilla viaja concienciada en la importancia de este encuentro que les permitirá un fin de Liga muy relajado.