Zamora vivió ayer la que ha podido ser una de las jornadas más brillantes en la historia de su ciclismo, no solo con la victoria de Jaime Rosón en el Memorial Valenciaga, sino con las actuaciones de las dos féminas que compiten a nivel nacional y que ayer subieron al podio en el Trofeo de Zamora: María Calderón luchando por ser la mejor júnior española con su gran enemiga Rocío del Alba García, y Sara Yusto, experimentando en su primer año como cadete en carretera pero firmando ya puestos de podio.

Zamora reunió ayer a todo el pelotón nacional, con 200 corredoras divididas en tres categorías: cadete, júnior y élite-sub 23. Fue una jornada memorable en la que todo salió bien e incluso el tiempo acompañó a la brillantez de las carreras. La jornada comenzó con la carrera de las cadetes que discurrió sobre un trazado de 35 kilómetros de considerable dureza. Fue una prueba en la que prácticamente no se produjo lucha en cabeza de la carrera y el grupo principal, en el que llegaron unas 20 corredoras, la mitad de las que tomaron la salida, llegó unido a los metros finales en la plaza de La Marina.

La representación zamorana estaba esta vez en la benaventana Sara Yusto, una reconocida especialistas en bicicleta de montaña que esta temporada está alternando con la carretera. Según ella misma reconocía en la meta, este fin de semana podría haber competido en el Open de España Cofidis de "mountain", pero por cercanía optó por las pruebas de Ávila y Zamora en carretera.

Y la decisión no pudo salirle más redonda a la ciclista del equipo Fuenlabrada porque si en Fontiveros se estrenaba con una buena novena posición, ayer se metía con todas las de la ley en el sprint para acariciar la victoria aunque finalmente tendría que conformarse con la tercera posición frente a dos corredoras muy contrastadas que ya el pasado año dejaron patente su calidad en esta misma carrera.

Yusto había sufrido bastante y se descolgó en un par de ocasiones de grupo cabecero aunque finalmente consiguió contactar y llegar a la meta en condiciones de demostrar su buena condición de sprinter que puede darle muchas alegrías en esta categoría. Esta vez le superaron Isabel Martín y María Mazuela, mientras el maillot amarillo de la Copa España se lo vestía Nekane Gómez (Caja Rural) tras ser tercera el sábado y cuarta ayer.

Pero el plato fuerte de la jornada era la carrera reina en la que se daban cita los dos equipos profesionales españoles Lointek y Bizkaia Durango, y el resto de las corredoras españolas de las categorías élite, sub-23 y júnior.

El interés para el aficionado zamorano estaba sin embargo centrado en la clasificación júnior a la que optaban 53 corredoras con María Calderón dispuesta a sacarse la espina de la pasada edición en la que se vio perjudicada por una caída y puso la victoria en bandeja a la madrileña Rocío del Alba García.

Y fue la zamorana la que se encargó de animar la carrera con su duro ataque en la subida a Almaraz de Duero con el que se formó un grupo cabecero en el que no había entrado Rocío García. Junto a Calderón se escapaban cuatro corredoras del Lointek y dos del Bizkaia. Esta ataque sirvió para que la carrera quedara totalmente rota con el pelotón dividido en pequeños grupos.

Calderón pagó caro su esfuerzo y, tras una reagrupación en cabeza, se quedaba cortada en un segundo grupo mientras Rocío García pasaba al pelotón de cabeza de diez unidades. El Bizkaia disponía atrás de cinco corredoras que se encargaron de que los dos grupos contactasen poco antes de llegar a Valdeperdices.

María Calderón se acomodó entonces en la cola del pelotón con el único objetivo de marcar a su enemiga por la victoria en la categoría júnior. Las dos mejores júnior españolas se veían luchando por la victoria absoluta junto a las 18 mejores corredoras de las categorías superiores.

Entonces, el Lointek que dirige la salmantina Dori Ruano desató la guerra lanzando ataques en cabeza del grupo que el Bizkaia se encargaba de neutralizar a costa de un gran desgaste físico. Así, a la escapada definitiva que protagonizaron Dorleta Eskamendi (Bizkaia) y Alba Teruel (Lointek), ya nadie respondió y ambas se fueron con total comodidad hacia la meta.

Por detrás, en el grupo de elegidas que llegó a adquirir más de ocho minutos de ventaja, se producía un parón para reservar fuerzas para el sprint. María Calderón y Rocío García se marcaban mutuamente y no llegaron a separarse a más de un metro de distancia en los últimos kilómetros, un metro de ventaja con el que la madrileña entró en las dos últimas curvas de La Marina y que hizo valer en la misma línea de meta logrando la victoria y alcanzando también el maillot amarillo de la categoría júnior.

Previamente, la sub-23 Alba Teruel hizo lo propio con Dorleta Eskamendi para llevarse la victoria absoluta. La ganadora del pasado año, Belén López, se vistió de amarillo en élite, mientras Lourdes Oyarbide consiguió defender su primera posición en la clasificación de la Copa sub-23.