El USK Praha, capitaneado por la española Laia Palau, se proclamó campeón de Euroliga de baloncesto femenino, al derrotar en una emocionante final al UMMC Ekaterinburgo por 72-68 en el Kralovka Hall de Praga. Es el segundo título de Palua, que ya antes había conseguido ganar la Euroliga con el Ros Casares en el 2012.

En esta final de la Final Four, ante los 2.500 espectadores que abarrotaban el Kralovka Hall, las checas tuvieron la iniciativa durante todo el partido, en el que llegaron a disponer de una ventaja de 12 puntos y lograron desarmar a las poderosas rusas, el "dream team" del baloncesto femenino en la actualidad. La principal anotadora del USK Praha fue la base estadounidense Danielle Robinson, con 24 puntos, y una de las artífices de esta victoria, y que cometió su quinta falta personal a 20 segundos del final para impedir una acción de Alba Torrens.

Silvia Domínguez, jugadora española del UMMC Ekaterimburgo, reconoció los méritos de su contrincante, el USK Praha, que se impuso por 72-68 en el último encuentro de la Final a Cuatro de la Euroliga Four de baloncesto femenino disputada en Praga.

"Creo que Praga es el merecido ganador. Todo el crédito para ellas, han hecho un partido para ganarlo", dijo la de Montgat, que lleva acumuladas tres Euroligas y hoy tuvo que contestarse con ser finalista del máximo torneo continental de clubes. "Jugadoras como (Danielle) Robinson o (Kia) Vaughn nos han hecho muchísimo daño, y no hemos sabido frenarlas", reconoció la base, que jugó 13 minutos, obtuvo 3 rebotes defensivos y tuvo 2 pérdidas de balón.

Aunque su equipo partía como favorito, no supo "encontrar el punto", mientras que "Praga venía sin ninguna presión y jugando en casa", añadió sobre ese hito histórico para las checas, que nunca habían conseguido el máximo título de esta competición. Para Alba Torrens, su compañera de club, ha sido una derrota amarga. "Llegamos aquí con el objetivo de ganar esta Euroliga. No hemos cumplido el objetivo, por tanto es duro. Praga ha hecho un gran partido", dijo.