El Caja Rural confirmó ayer su permanencia un año más en la Segunda División Femenina al vencer por 2-1 al Peluquerías Friol en uno de los mejores partidos del cuadro zamorano, firme en defensa y fluido en ataque a lo largo de un partido que mereció ganar más ampliamente. Pese a la solvencia mostrada por las zamoranas, el partido comenzó fuera de su control. Principalmente porque, en una inoportuna lesión de Cepeda, el equipo se quedó cinco minutos en inferioridad numérica y el Friol, en ese tiempo, consiguió ponerse por delante gracias a una afortunada vaselina de Natalia.

El tanto no desestabilizó a las chicas de Sami Merino, todo lo contrario. Con calma y buen hacer en sus botas, las locales transformaron el 0-1 en el punto de inflexión de su juego, tomando las riendas del envite y logrando empatar apenas diez minutos después por mediación de Saritilla.

Con tablas en el marcador llegó uno de los mejores momentos del Caja Rural en toda la temporada. Bien asentado atrás, presionando arriba y con ataques bien organizados, el Friol pasó a defenderse como gato panza arriba. El completo fútbol de las zamoranas acabó llevando al 2-1, obra de Sartilla desde el punto de penalti. Un tanteo que en la segunda parte mereció ser más amplio en favor de las locales.

Salvo en los primeros minutos de la reanudación, en los que el cuadro gallego trató de echar el resto en busca del empate, la segunda parte fue un cúmulo de ocasiones que tanto Garzón como Zizu o Cepeda no pudieron concretar para afrontar con calma el final de uno de las mejores actuaciones del Caja Rural, que se ganó a pulso la permanencia.