Una falta centrada a los 20 minutos de juego se convirtió en una oportunidad más para Cristiano Ronaldo. En la exhibición goleadora del portugués esta temporada había algo que se le estaba resistiendo: los goles de falta directa. El portugués no había marcado de falta en toda la campaña. El disparo de Cristiano, centrado y con bote, no fue interpretado de forma correcta por Irureta, meta del Éibar, que se vio sorprendido y el balón acabó en la red. Ponía Cristiano fin a su sequía en este arte. Su último gol de falta fue el 0-4 en las semifinales de la Liga de Campeones de la temporada pasada, en Múnich ante el Bayern, el 29 de abril de 2014. En la Liga, su último tanto de esta naturaleza fue el 26 de marzo en el Pizjuán ante el Sevilla. Desde el partido de Múnich, Cristiano ha lanzado 56 faltas entre el Madrid y Portugal sin lograr su premio. 23 disparos fueron a la barrera, 18 las paró el portero, 14 fuera de los tres palos y una al palo.